miércoles, 17 de abril de 2019

ASIGNATURA PENDIENTE

PUBLICADO EL 16 DE ABRIL EN LA VERDAD

Si para Groucho Marx la felicidad estaba hecha de pequeñas cosas (ya saben, unpequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna...), para servidora, también: un pequeño aperitivo, una pequeña siesta, una pequeña aparición de Pantoja en la casa de GH Dúo. Y, así, alimentada por estos pequeños placeres cotidianos, una puede resistir hasta la llegada del invierno. 

Mi heredero y yo vimos cómo se reencontraban Kiko Rivera, el Artista Anteriormente Conocido Como Paquirrín, e Isabel Pantoja: ellos, abrazados en medio del salón, nosotros, abrazados en el sofá, que Isabel y yo somos estrellas pero, ante todo, madres. Y que los momentos históricos unen a las familias. Y que han de aprovecharse esas oportunidades para enseñar al que no sabe: entre conexión con la casa y conexión con el plató, le di a mi pobre hijo un curso magistral de Pantojismo Ilustrado que no se lo salta un torero. El heredero aprendió Cine y Literatura al conocer que Orson Welles y Hemingway eran amigos de Antonio Ordóñez, Psicología Social al saber de los líos entre Paquirri, Carmina, Lolita e Isabel, Biología al enterarse de que Fran, Cayetano y Kiko eran hermanos (aquí el crío, que es muy espabilado, puso en duda la Leyes de Mendel), Periodismo Comparado con el asunto de Encarna Sánchez y Mila Ximénez, e Historia de las Monarquías Europeas cuando supo cómo entroncaron la aristocracia de las sevillanas y la familia real de la copla a través de la relación de Isabel Pantoja con María del Monte, tía de Antonio Tejado, padre del primer hijo de Chayo Mohedano, hija de Amador Mohedano, hermano de Rocío Jurado. Igual que cuando la princesa Josefina Carlota de Bélgica se casó con el Gran Duque de Luxemburgo. Lo mismico.

Para rematar esta primavera loca, Pantoja va a entrar en "Supervivientes". Y eso no es cosa menor, o dicho de otra manera, es cosa mayor. Como dice la madre de Paz Padilla, San Basilio (por Paolo Vasile) es maravilloso. A él me encomiendo, a él le doy gracias todos los días por permitirnos ver a Pantoja tirándose en helicóptero, a Pantoja pescando, a Pantoja en bañador, a Pantoja diciendo "los cocos hacia mi persona", a Pantoja creciéndole la barba. Con esto y con unas cajas de Estrella de Levante, no es que sobreviva yo hasta el invierno, es que llego a la boda del nieto de Isabel con la Infanta Sofía. Al tiempo.

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