viernes, 19 de septiembre de 2008

Teresista

En "Rockefeller Plaza" Tracy Jordan está buscando una religión a la que adscribirse y le pregunta a Liz Lemon: "¿Tú en qué crees?". "Yo hago todo lo que dice Oprah" responde Lemon. Como aquí no vemos a Oprah Winfrey, la reina de la televisión norteamericana, no pude hacerme oprista igual que Liz, pero a cambio me hice teresista (que no teresiana), de Mª Teresa Campos, nuestra Oprah nacional. Y desde luego, ser teresista era mucho mejor que ser teresiana, porque Mª Teresa no predicaba ni la castidad (no sé quién ha tenido más novios últimamente, si la hija o la madre), ni la pobreza (Mª Teresa siempre nos recomendaba que compráramos cosas, desde el caldo de Aneto hasta los colchones de LoMónaco) ni muchísimo menos la obediencia. Al igual que Isabel de Portugal, Mª Teresa era reina y santa y, además, milagrera, si no ¿cómo la iba a readmitir Vasile en Tele 5 después de llamarle públicamente gilipollas cuando estaba en Antena 3? No me digan que eso no fue un milagro de los gordos.

Después de un retiro forzoso tras su crisis espiritual, Mª Teresa reformó la orden teresista desde dentro y regresó para recuperar su lugar. Volviendo al origen de la regla (Mª Teresa comenzó en informativos), prescindiendo de parte de su antigua corte de bufones y rodeada de algunos fieles de toda la vida (como la hermana Mª Antonia), Mª Teresa hizo limpieza, tomó las riendas de "La Mirada crítica" e intentó un nuevo milagro: el de levantar las mañanas de Tele 5. Pero mientras ella estaba en el exilio, el nivel de aceptación del teresismo entre su pueblo había descendido dramáticamente. Y a su vuelta se ha encontrado con que una plebeya como Susana Griso, republicana y descreída, se la había comido por la mañana con dos porras y un café con leche desnatada. Susana, con sus aspiraciones profundas antes de comenzar una nueva frase, su morrito y su mirada intensa, ha desbancado a la reina santa e instaurado la república matinal de Antena 3, nombrando ministros tan reputados como Jesús Mariñas o Massiel (¡¡!!).

Aunque personalmente me gustara más Vicente Vallés como presentador y director de "La Mirada Crítica" (Vallés se va a TVE como subdirector del Canal 24 h. con otro ex-tele 5 de director, Juan Pedro Valentín), servidora seguirá llevando una estampa de Santa Mª Teresa en la cartera junto al clavel de la Virgen del Pasico, que las dos son muy milagreras y últimamente me hace falta uno y de los buenos. Pero no sé si Vasile tendrá tanta fe como yo y aguantará mucho tiempo esta sangría de fieles. Porque Vasile será muchas cosas, pero tan santo como para soportar una caída en picado seguro que no.

Y hablando de Vasile, Tele 5 ha conseguido que fallen a su favor y se prohíba a la Sexta hacer uso de fragmentos de sus programas. Hoy es el primer "Sé lo que hicisteis..." post-sentencia. ¿Qué harán los chicos de la cueva? Enorme suspense que se develará hoy a partir de las 15:30.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Flores raras

Mis sábados por la noche a.P. (antes de Pedro) se parecían a los de Carrie Bradshaw en versión provinciana, pero d.P. (después de Pedro) se parecen más a los de la abuela de la fabada. Si no no se explica que servidora se tragara "La Noria" de la semana pasada y, aún peor, la de ésta.

Sobre la aparición de la desquiciada Violeta, esa flor rarísima y desagradecida, ya hizo un fantástico post Rosa Belmonte, al que sólo habría que añadir que la tipa (sobre la que ya hay apuestas acerca de cuánto tarda en salir en porretas en Interviú) es amiga de Teresa Bueyes, la ex-abogada de Ana Obregón que ahora colabora en el programa de Gonzo y a la que parece que la silicona se la pincharon en la lengua en vez de en los labios (ya sólo esta relación de amistad explica muchísimas cosas). Pero sobre el programa de autojustificación que se marcaron Jordi González y sus afamados periodistas el pasado sábado hay mucho que decir. Asombrados ante las críticas recibidas por ¿entrevistar? (parecía más un linchamiento público, la vena de Pilar Rahola alcanzó niveles patiñéricos) y pagar un pastizal a la novia del agresor de Jesús Neira, cabreados, heridos y dignos contraatacaron con una batería de argumentos elaboradísimos del tipo "es un mercado libre" y "todo el mundo cobra".

No: ni todo el mundo cobra ni todo el mundo paga. ¿Le habría pagado a la deshojada Violeta Gallardo, el jefe de Tony Alcántara en "Pueblo"? ¿O Blas Castellote, del "Crónica"? Ehh... un momento. Esperen: son personajes de series de televisión. A ver, déjenme pensar en el nombre de algún famoso periodista que no hubieran pagado por conseguir dicha entrevista... ¡Mierda! no se me ocurre ninguno.

Y miren que es fácil acabar con tanto problema sobre la ética periodística, sobre pagar o no pagar, sobre la libertad de expresión y sobre el derecho a la información: sólo hay que ver un par de temporadas de Lou Grant. Porque lo que hacen ahora mismo está a medio camino entre el personaje de Kirk Douglas en "El Gran Carnaval" de Billy Wilder (¡obra maestra! que diría Pumares) y el de Walter Matthau en "Primera Plana" (también obra maestra, también de Billy Wilder), aunque puestos a actuar les aseguro que a mí me divierte mucho más el pedazo de cabrón con todas las letras que interpretaba Matthau que el papel de Jordi González ofendido. Aunque el que hubiera quedado magistral en la peli de Wilder como secundario es el padre de Violeta: siguiendo la estela de los grandes (como el padre de Esther O.T.), el fenómeno lleva un estilismo capilar a lo Fary que me sulibeya. ¿Por qué estos hombres no van a Llongueras cuando ven que sus hijas están a punto de saltar a la palestra? Deberían de tomar ejemplo de José Bono, que desde que vio que su hija Amelia le iba a quitar protagonismo tras su boda con el hijo de Raphael, se ha hecho unos implantes capilares que pa qué las prisas.

Hoy sólo hablo de padres e hijas, pero no de madres e hijos: si están esperando que escriba algo sobre el posado de la Pantoja con Paquirrín en ¡HOLA!, lamento decirles que no. Que ya está bien. Que no puedo más. Que hasta servidora tiene un límite. Y que como ya sólo me queda el derecho a no comprar algunas revistas que me toman el pelo, el ¡HOLA! de esta semana (sólo el de esta semana, que mi dignidad no llega a tanto y sigo siendo una "pink alcoholic") no lo compro. Porque leer que el único hombre de su vida es Paquirri después de la aparición en el Rocío de la mano de Julián Muñoz y de "Gitana ¿tuh meh quiereh?" "Mah que a mí!", aguantar la foto de la portada de madre e hijo bajo el lienzo casi a tamaño natural de Paquirri al estilo Tita Thyssen y su afición necropictórica de posar junto al retrato del barón, creerme lo de "reveladoras y sinceras declaraciones" y ver durante un montón de páginas a madre e hijo photoshopeados y combinando modelos ya es demasié, que dice Marujita. El único interés reside en saber si Pantoja se puso sujetador o no para las fotos, que ya saben que ella es de pecho suelto. Pero creo que puedo vivir con la duda.

Y antes de que me digan que igual que soy libre para no comprar el ¡HOLA! también soy libre para no ver "La Noria", les recuerdo que los períodos de desintoxicación no suelen ser tan cortos como los de Ricardo Bofill. Y sé que cambiar salir de cañas por ver "La Noria" es como sustituir el caballo por la metadona. Pero ¡qué quieren! Ya les dije que soy una pink alcoholic.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Búsquedas

Hay gente que tiene muy mala, pero que muy mala suerte. Verán, de vez en cuando utilizo Google-Analytics para saber cuántas visitas tiene el blog, de dónde proceden y cuáles son las palabras más buscadas. Pues agárrense: ha llegado hasta este blog gente que buscaba cosas como "varones gays modelando en tangas" (me encanta lo de “modelando”, esto lo ha tenido que teclear el primo venezolano de Josie, el estilista de Supermodelo), "sexo mujer blanca hombre negro" (que lo habrán puesto los que querrían que Hillary fuera de vicepresidenta con Obama) y "lesbiana metiéndose un palo" (humm... aquí me pierdo, disculpen). Así que no me dirán que no es mala suerte ir buscando sexo en internet y encontrarse con un artículo sobre los zapatos de la baronesa Thyssen, porque a no ser que la simple mención de la palabra “cuñas” te ponga como una moto, mal vas.

Pero peor suerte tiene uno si busca "ministra justicia francesa" y se encuentra con 271.000 entradas en las que Aznar desmiente ser el padre del hijo que espera la susodicha. ¡Cáspita! ¡271.000 entradas para desmentir que no ha ocurrido algo que es imposible que ocurra! Es el desmentido de lo irreal, la negación de lo que no ha sucedido ni puede suceder. Es como si yo afirmo que el padre de mi hijo no es Jesús Vázquez, que no maté a Kennedy o que mi carrera fulgurante en las pasarelas no terminó por una lesión en mi cóccix (estoy mejor, gracias). Lo que no sé es cómo la ministra no lo ha demandado, porque si Aznar diera lugar a que alguien pensara por un momento que él y servidora han mantenido relaciones sexuales, yo no me querello, no. Le mando a los Miami.

Además, el comunicado es remitido por FAES, la Fundación para la Ley y el Orden que dirige José María. ¿Y por qué lo remite FAES? A no ser que la Fundación se encargue de ponerle y quitarle el cinturón de castidad, no entiendo qué puede saber FAES sobre las prácticas sexuales de su jefe. Un misterio más.

Lo que está claro es que D. José María no quiere volver al anonimato. Normal. No se puede desayunar tantas mañanas viendo tu cara en las portadas de los periódicos y ahora sólo verse en las fotos de ¡HOLA! cuando algún amiguete se casa. Aznar ha pasado de 100 a 0 en décimas de segundo, y la desaceleración tiene sus consecuencias. ¿Va a ingresar Aznar en el club de los juguetes rotos junto a los Grandes Hermanos? No, porque D. José María se resiste a caer en el olvido, a darse por vencido. De momento ha hecho dos cosas del “Manual del Perfecto Olvidado por los Medios y que Quiere Volver a Salir Cueste lo que Cueste”: cambiarse el look (él, hombre coherente en todos los ámbitos de su vida, adopta el Liberalismo Capilar mientras que otras se ponen tetas... ¡mierda! un momento... me acaba de venir a la cabeza la imagen de Aznar con tetas ¡arggggg!... ya pasó) y quedarse embarazada de un famoso (en este caso dejar embarazada a una famosa, porque si dice que él es el padre del niño del norteamericano aquel que se había quedado preñao, entonces ya me da el parraque). Si esto no le funciona, aún tiene otras posibilidades: hacer un reportaje en barco con Parada, diciendo “porfaplís”, bebiendo champán a morro y enseñando los aznarines por debajo del bañador. O salir en bolas en el interviú al más puro estilo Pipi. O ir a "Mira quien baila", como José Ortega Cano, que afirma querer quitarse así esa imagen de hombre serio (¿ustedes han pensado alguna vez que Ortega es una hombre serio? porque servidora desde que lo vio cantando “estamos tan a gustito” no cree que lo sea). Y en el peor de los casos, siempre puede acabar presentando un concurso de llamadas telefónicas en Libertad Digital TV. Oigan, no se rían, que en peores plazas hemos toreao.

Todo un nuevo mundo de posibilidades se abre ante los expresidentes: ya veo a Felipe González posando para ¡HOLA! con todas las joyas que diseña colgando, al más puro estilo Elena Tablada, la novia de Bisbal. Por cierto ¿por qué estas chicas –novias de, hijas de- siempre acaban diseñando joyas o camisetas? No hay ninguna que estudie para ser ingeniera técnica o maestra de primaria. Mejor, no quiero ni pensar que mi hijo cayera en manos de alguna de estas lagartas. Le enseñarían a vender la exclusiva de su Primera Comunión al “Qué Me Dices”.