miércoles, 30 de mayo de 2012

KitKat


Publicado el 29 de mayo de 2012 en LA VERDAD

Necesito un Kit Kat. Mental, claro, que los otros los tengo prohibidos hasta que pase la “Operación Bikini”. Pero lo necesito de verdad: mi santo me ha hecho notar que últimamente empiezo las columnas con ganas de juerga y acabo con un tono desesperanzado y crítico. “Al final, la moraleja”, me dice. Y es cierto: si escojo un tema tan apasionante como los pies en verano para pegarme unas risas a costa de mis pinreles monocotiledóneos (“Tienes los dedos como habichuelas”, me dice siempre la mala de mi amiga A.), termino convirtiéndolo en una metáfora pedestre sobre LA SITUACIÓN, utilizando los cortes en la planta del pie y las pinchas de erizo como reflejo de nuestro actual estado de indefensión, o comparando el sufrimiento que supone andar descalzos por una playa llenetica de guijarros con este camino que tanto nos está costando recorrer. No pongan esa cara: ya les he dicho que la metáfora era muy pedestre en todos los sentidos, no me pidan más que no soy Góngora.

Tampoco Eurovisión nos da respiro: si antes era un curso acelerado de geopolítica que nos permitía conocer las alianzas entre las repúblicas ex soviéticas, las balcánicas o las bálticas (y ponernos al día en geografía, que mucho reírme de Belén Esteban y su “Dubrovnik, la perla del Antártico”, pero yo no soy capaz de colocar Azerbaiyán en un mapa así me estén apuntando con un Kalashnikov), ahora ni les cuento. La cosa comenzó cuando la mismísima Pastora Soler afirmó que TVE le había pedido que no ganara Eurovisión, para luego seguir en Twitter, donde no pararon de hacer referencia a LA SITUACIÓN: “Me olvido de Eurovisión hasta 2013, si es que hay Euro en 2013” @martinbianchi, “La representante de Albania tiene sus ahorros en Bankia y se acaba de enterar. Dramón” @laJuani_Crazy, “España le va a dar a Alemania 12 puntos, el móvil, ese peluco tan guapo que tiene y todo lo que lleva encima” @RodriRox. Vamos, que ni viendo Eurovisión es posible escapar del tema. Así que el domingo por la noche, tras chutarme otra dosis de desaliento por cortesía de “Salvados”, me autorreceto un capítulo de “Mad Men” y me convierto por un rato en un publicista de Madison Avenue que se trasiega un par de vodkas para desayunar. Y Roger Sterling (Roger, viejo zorro) me da la frase perfecta para acabar esta columna: “¿Cuándo volveremos a la normalidad?”.

viernes, 25 de mayo de 2012

Vuelve el hombre


Publicado el 25 de mayo en DETELE

Por Rosa Palo@Ebaezan  | Más artículos

¿Está intentando dejar de fumar? ¿Acaba de terminar el último paso de Alcohólicos Anónimos? ¿Atraviesa una etapa de celibato? Bien, entonces no le recomiendo “Mad Men”, la serie donde un ginecólogo te hace una revisión con un pitillo en la boca, los ejecutivos beben más que Sue Ellen en un mal día y puedes estar en celo permanente sin que te denuncien por acoso.


Para unos será el paraíso perdido, para mí es una entelequia, porque servidora trabajó durante años en una agencia de publicidad y les aseguro que no me sentaba delante del ordenador con un Tom Collins, sino con un solo con sacarina (y a fumar, a la calle). De tirarme los tejos, ni hablamos...

miércoles, 23 de mayo de 2012

Primera Comunión


PUBLICADO EN LA VERDAD EL 22 DE MAYO DE 2012

Primavera insólita, extraña, sorprendente: este año no hemos tenido ni una comunión. Sólo he asistido vía papel couché a la de los hijos de los famosos (con esos pobres niños comulgantes de ojos pixelados que parecen el Anticristo) pero, a pesar de ello, a mí no se me olvidan las mañanas de mayo que llevamos en el cuerpo: mi santo de chaqueta y corbata resoplando por los 30 grados a la sombra, el crío que se quiere poner los tenis zarrapastrosos porque los zapatos le hacen daño y servidora con las medias de verano enganchándose por todos lados. Así que, como el año que viene le toca a mi hijo, para vengarme voy a invitar a todo bicho viviente. Eso si soy capaz de pagar la comunión, claro, que los padres nos volvemos locos con tal de que los niños tengan un recuerdo imborrable de ese día. Desde luego, yo lo tengo: una cicatriz de once puntos de sutura en el tobillo porque se me resbaló de las manos una botella de Fanta, que hasta que vieron los restos de cristales en el suelo pensaron que era un estigma y a punto estuvieron de ingresarme en un convento.

Por eso temo el día de la Primera Comunión de mi hijo, por los cuartos que nos vamos a gastar, por las Fantas saltarinas y porque el cura tendrá que decirle que levante los ojos de la pantalla de la Nintendo para recibir el Cuerpo de Cristo, que a ver cómo lo convenzo para que no se la lleve ese día. Mientras, el monaguillo estará tuiteando la ceremonia y subiendo fotos retocadas con Instagram, que la Iglesia se ha modernizado muchísimo: la última vez que fui a Santiago de Compostela me encontré una pantalla con el texto “Si quieres encender una vela, envía un SMS con MIVELA SANTIAGO01 al 25000”. Tal cual. Aunque, sinceramente, yo prefiero la acción directa a la telefonía móvil: me reconfortó ver en la portada de "La Verdad" a un centenar de monjas y curas reivindicando la dación en pago y el alquiler social, hablando de justicia, de caridad, de ética; se me quitaron las tontunas de un plumazo. Pero como soy de memoria frágil y el mayo próximo perderé el norte entre líos de convites y regalos, les pido un favor: recortan el artículo, lo guardan y me lo restriegan por la cara el año que viene. Gracias anticipadas.  

miércoles, 16 de mayo de 2012

Tónica Sorkin

PUBLICADO EL 22 DE MAYO EN DETELE

Cuando iba al cole contaba la vida por cursos, después por años y, ahora, por temporadas, el calendario gregoriano de los seriófilos. Llevo siete temporadas pasando las noches en El Ala Oeste de la Casa Blanca, y he descubierto que chutarme un par de capítulos antes de dormir me va mejor que el Orfidal: cuando estoy atómica y me sale el trabajo por las orejas me consuela pensar que ellos desayunan con un ataque terrorista a las 5 de la mañana, comen mientras los republicanos les están haciendo el calzoncillo chino, se toman un café al borde de un conflicto internacional y cenan… no, no cenan. No tienen tiempo. Ellos son los hombres y mujeres del Presidente. Y el Presidente es Jed Bartlet, el único tipo al que votaríamos usted y yo de haber nacido en Oregón y no en Motilla del Palancar...

Columna completa en http://detele.es/2012/05/tonica-sorkin-3/

El primer día

PUBLICADO EN LA VERDAD EL 15 DE MAYO DE 2012

Tengo la mesa llena de papeles, semanarios y periódicos, tantos que mi despacho es el sueño de “Callejeros”, que no hay cosa que más les guste en el mundo que un buen síndrome de Diógenes o una nevera vacía y churretosa (y si abren la nevera y un solitario yogurt caducado echa a andar porque se le han activado los bífidus, ni les cuento). Mientras tecleo, las revistas que me rodean se empeñan en recordarme que se acerca el primer día en bikini: el día fatídico, terrible, desolador; el día en el que abandonas todas tus máscaras (incluida la de pestañas) y te muestras tal cual. El horror. Pero como mi yo aspiracional me puede, intento seguir todos los consejos que me dan para bajar a la playa sin que me detengan: depilaciones, exfoliaciones, anticelulíticos, autobronceadores, protectores solares… vale. Termino antes muriéndome y reencarnándome en una modelo que haciendo todo lo que me indican, aunque con el cagarro de karma que tengo seguro que reaparezco en el cuerpo de Falete.


Sólo hay un día peor que el primer día en bikini: el día en el que voy a comprarlo. El año pasado la dependienta me sacó una braguita en la que no cabía ni el culo de Barbie Malibú. Ante mi insistencia de que necesitaba algo más de tela, bajó la voz y me dijo “Tenemos unos un poco más grandes por si hay alguna cicatriz que tapar”. Miré al suelo con cara compungida y le confesé que sí, que tenía una cicatriz enorme de mi época de torera, cuando me llamaban “La Niña del Palo” y un morlaco bragao y astifino me cogió en La Malagueta. Desde entonces utilizo ese truco: en algunas tiendas ya me sueltan un “¡Suerte, Maestra!” cuando me meto en el probador. Y de esta forma, entre engañifas y pareos atados a la cintura (que yo no me levanto sin taparme la celulitis ni aunque se aproxime un tsunami) voy resistiendo un verano tras otro. Lo malo es que últimamente tengo la sensación de vivir un primer día en bikini perpetuo, de estar bajo el chicharrero sin sombrilla, sin protector solar, con media botella de agua calentuja, mientras que hay unos tipos en el chiringuito bebiéndose unos mojitos que, encima, he pagado yo. Así que, antes de quemarme del todo, voy a buscar la sombra de una palmera para esperar a que baje el sol. ¿Les hago hueco?

miércoles, 9 de mayo de 2012

Famosos al volante


PUBLICADO EL 5 DE MAYO EN DETELE.ES

La Sexta estrena “Famosos al volante”, y con tantos actores en la presentación emocionados y agradecidos por haberse sacado el carnet de conducir (Paco León, María León, Paco Tous) una cree que la autoescuela San Cristóbal es el Actor’s Studio y que su director, Rafa Lozano, es Stanislavski: para más coña, él mismo habla de El Método, así que veo el programa convencida de que me voy a encontrar con Al Pacino, Harvey Keitel y Ellen Burstyn, pero no, me topo con Agustín Jiménez, Ana Fernández y Falete. Y la primera pregunta es si Falete cabrá en un utilitario o lo meterán en un monster truck. Resuelta la incógnita, Falete coge el coche por vez primera sin llenarlo de estampitas de santos ni colocar un retablo barroco en el salpicadero. Tampoco ha puesto la imagen de Caballito de Mar en un portafotos con la leyenda “No corras”. Decepción...

Asimetrías


PUBLICADO EL 8 DE MAYO DE 2012 EN LA VERDAD

Tengo las pestañas del ojo derecho más espesas que las del izquierdo, lo cual me otorga un inquietante parecido al protagonista de “La Naranja Mecánica”. También tengo el hombro derecho más bajo que el izquierdo, lo que me da un aire (aún más inquietante) a Quasimodo. Soy asimétrica. Por fuera y por dentro. Vivo con mis asimetrías como tantos otros: Alaska colabora con Jiménez Losantos, Ana Belén y Víctor Manuel ruedan anuncios para el Banco de Sabadell, la ex mujer de José Bono declara que “Dejar de tener una vida pública era necesario” (y eso lo hace desde una exclusiva en el ¡HOLA!), Pitita Ridruejo sale en “Sálvame De Luxe” hablando de las apariciones de El Escorial y, a continuación, aparece Tatiana enseñando las tetas (aunque lo verdaderamente asimétrico sería verle las tetas a Pitita y que Tatiana hablara de la Virgen) y Carmen Lomana, que no coge el metro desde que Álvarez del Manzano era alcalde, escribe “Estoy indignada con la subida del transporte público, me siento perroflauta de corazón” mientras su Rolex choca contra el teclado del ordenador.

Las asimetrías de los demás son motivo de escarnio, crítica y descojone general (dan hasta para el primer párrafo de una columna), pero en uno mismo provocan desazón. Con la lluvia fastidiándome el alisado casero y convirtiéndome en un caniche por momentos, le digo a R. que estoy confusa, perpleja; que los simétricos de derechas me dicen que soy una roja y, los de izquierdas, una pija; que en estos tiempos donde todo el mundo se posiciona y lo tiene todo tan claro yo me siento como la mulata de “Imitación a la vida”, aquel melodramón de Douglas Sirk: demasiado negra para los blancos y demasiado blanca para los negros. R, agnóstico asimétrico que viste a sus hijos de nazarenos, me contesta que, además de echarme más rímel en el ojo izquierdo, lo único que puedo hacer es intentar meter bajo el paraguas a los que quepan y resistir el temporal como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie. Tras esa afirmación terminamos cantando por el Dúo Dinámico, claro. Pero lo que no sabía es que al finalizar la canción iba a acabar más asimétrica que al principio: me hice una contractura en la cadera derecha y ahora tengo unos andares que parezco el padre de Jesulín. Así que no juzguen muy duramente las asimetrías de hoy, que estoy escribiendo hasta arriba de Myolastán. 

P.D.: Para que luego digan que discutir no sirve de nada; a mí, al menos, me da tema para una columna. Gracias a mis simétricos y asimétricos favoritos por la conversación del sábado entre el canelón de pato y los saquitos de verduras: F., C., M. y R.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Debate de mercadillo

PUBLICADO EL 27 DE ABRIL DE 2012 EN DETELE

Me gusta la entrevista como género y como concepto: alguien tiene algo interesante que preguntar a alguien que tiene algo interesante que decir. Sencillo, ¿verdad?

Pues no: para poder oír a Mª Teresa Campos entrevistando a Víctor Manuel me he tenido que tragar a los extriunfitos asesinando el repertorio del asturiano, para disfrutar de Jorge Javier Vázquez rendidico ante Ana Diosdado en “Sálvame De Luxe” he aguantado hasta las tantas, y para derretirme con Hugh Jackman he sufrido (y mucho) a Jandro. Vamos, que como consumidora del género estoy hecha a todo.


A los pies de su señora


PUBLICADO EL 1 DE MAYO DE 2012 EN LA VERDAD

“Tener trabajo es vintage”, dice Rosa Belmonte. Pero vintage de lujo, añado yo (con su permiso, maestra), como tener un Balenciaga. Es lo más de lo más. Por eso las que habitualmente no han dado ni palo al agua se han puesto a currar, que a ellas no se les caen los anillos de Bulgari. Carmen Lomana declara que “El peor insulto es que digan que no trabajo”, y Carolina de Mónaco se va a hacer distribuidora Avon de un momento a otro: nada más que con las cremas reductoras que le va a vender a su hermano Alberto tiene para pagarle las clases de equitación a Carlota durante tres años. Celebrar hoy el 1 de mayo es más exclusivo que asistir al Baile de la Rosa.


Trabajar ha pasado de ser una maldición bíblica a una bendición, y ganarte el pan con el sudor de tu frente es lo mejor que te puede ocurrir, aunque te vayas solico a 800 kilómetros, aunque dejes aquí a tu familia, aunque no conozcas el idioma: A. ha encontrado trabajo en Portugal y en el Facebook tiene más felicitaciones que el día de su cumpleaños. Así que si usted es uno de esos afortunados con curro, aférrese a él con uñas y dientes. No se queje, no proteste. No se le ocurra tararear “Es una lata el trabajar” mientras archiva los informes, que Luis Aguilé se ha convertido en un símbolo de la contracultura, y vaya quemando los discos de Paco Ibáñez. Levántese todos los días a las siete de la mañana dando gracias por sus ojeras y su color cetrino. Si tiene un buen jefe (que los hay, me consta) guárdele fidelidad eterna. Y si su jefe le putea más que Meryl Streep a Anne Hathaway en “El diablo viste de Prada”, aguante como un campeón: es posible que se le acabe poniendo cara de José Luis López Vázquez o que, de repente, le salga una cofia y se despierte transmutado en Gracita Morales, que hay que ver qué cosas tiene el señorito, pero todo sea por seguir en el tajo. Aunque eso a mí no me pasa, claro, que yo tengo un jefe buenísimo, de verdad lo digo, que estoy a sus órdenes, Señor Director General. ¡Qué digo yo, Señor Director General! ¡Qué digo yo!... ¡Presidente! ¡Presidente!, que ese es el cargo que usted se merece. Póngame a los pies de su señora.