miércoles, 28 de mayo de 2014

Hipsteria colectiva


PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 27 DE MAYO DE 2014

Si me invitan a un sarao, voy. Y si ese sarao es el Rendibú, el estupendo certamen que organiza La Verdad con el fin de respaldar y apoyar el talento de los jóvenes creadores, voy aunque no sea ni talentosa, ni joven, ni creadora. Y aunque sepa que me voy a encontrar más fuera de lugar que Paco Martínez Soria en una boîte, que tampoco soy moderna. 

Así que, para solucionarlo, repaso la filmografía entera de Sofía Coppola, veo las últimas imágenes de Zooey Deschanel comprando alimentos ecológicos y analizo las fotos del festival de Coachella con lupa. Al fin, hecha una hipstérica, me tiro a la calle a agenciarme un vestidín con elástico a la altura del pecho y cuello bebé (que me he tenido que comprar en una tienda premamá porque las XXL de Bershka no me entran) e inicio unas durísimas negociaciones con mi santo para que se deje barba. El resultado es que yo parezco Bette Davis en ¿Qué fue de Baby Jane? y él se transmuta en una suerte de Papá Noel porque tiene la barba más blanca que Arias Cañete. Fracaso absoluto. La única esperanza que me queda es que, como el lema de la fiesta es “Pelo is beautiful” esté invitada la Pantoja y yo me encuentre más en mi ambiente. No me lean con esa cara, que no es tan raro: si Raphael abre el Sonorama y aquí están todos los modernos aprendiéndose “Yo soy aquel”, a ver por qué no va a poder venir Pantoja al Rendibú. Pero no, no viene. Y me quedo descontextualizada perdida: será porque esa capacidad natural que tienes para asumir códigos a los veinte, desparece pasados los cuarenta. O será porque estoy vieja, que también.

Pero a mí esto no me hunde: para la próxima fiesta me marco un Pitita Ridruejo y me quedo tan pancha, que si ella iba a las fiesta de Andy Warhol enfundada en un visón y con un collar de perlas de tres vueltas, yo voy a hacer lo propio. Me planto así en el Rendibú y los dejo a todos epatadísimos. Y ni hipster, ni normcore ni leches en vinagre: ya verán lo que tarda en ponerse de moda el look Pitita, que van a estar todos en el SOS a 40 grados envueltos en abrigos de piel. Creadora de tendencias que es una. La fiesta y la iniciativa, idealas, por cierto. Enhorabuena, compañeros.

NOTA 2: AQUÍ, MUSA Y CREADOR, CORTESÍA DE @covanechi






miércoles, 21 de mayo de 2014

Los condescendientes


PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 20 DE MAYO DE 2014

Llevo varios días inmersa en una profunda disquisición intelectual. No, no es que esté dudando entre el bañador y el bikini, que hace ya años que mi barriga celulítica dirimió ella solita tamaña disyuntiva, sino que desde que oí el eructo hipohuracanado que soltó Cañete tras un debate que se le indigestó más de la cuenta, no paro de darle vueltas a la cabeza intentando averiguar qué tipo de machirulo me irrita más: si el machirulo exhibidor, que nos utiliza como un trofeo de caza y echa a un ministro de cultura para sustituirlo “por una chica joven y con glamur” por mera cuestión de imagen política, o el machirulo condescendiente, que evita enfrentarse abiertamente con una mujer en un debate porque no está su altura. Aunque lleva razón Cañete: para estar a su altura intelectual hay que hacerse una lobotomía. Y para estar a su altura física, hay que engordar ciento cincuenta kilos.

Cañete nos ha salido volteriano, que no ilustrado: "Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo", decía Voltaire. Y un hombre irritantemente estúpido es una bendición para el partido contrario y una maldición para el propio, que bonicos tienen que estar los asesores del candidato: días sudando para conseguir meterlo con calzador en una faja reductora y, en cuanto se la quita y se relaja, se le desparrama el machismo por todos lados. Cañete desencadenado. Si es que con un bocazas semejante no se puede bajar la guardia, Arriola.

Para intentar arreglarlo, Cañete pasó en un plis de machirulo condescendiente a machirulo exhibidor, que fue con flores a María (Dolores de Cospedal), a la nueva ministra de agricultura y hasta a la carnicera de su barrio, y se hizo fotos con unas muchachas que iban de despedida de soltera: muertas se quedarían pensando que Cañete era el boy que habían contratado, que te esperas un tronista bombero y te aparece un trasunto de Demis Roussos con elástica sport. You can leave your hat on, Cañete. Y la faja también, que si no te la hubieras quitado no me habrían entrado ganas de llamar a Afrodita A para que sea tu contrincante en el próximo debate. Aunque me temo que, en cuanto Afrodita suelte lo de “¡Fuego de pecho!”, seguro que te da la risa floja y se te ocurre algún chascarrillo. ¡Qué gracia tienes, jodío!

DE CAÑAS CON MARIANO

PUBLICADO EN REVISTA GURB EL 16 DE MAYO DE 2014

Lo increíble de España es que, con una clase política tan inepta, todavía exista el país”, decía Otto von Bismarck (al que conozco porque es bisabuelo de Gunilla, no se alarmen). Pues bien, estimado Otto, si esto es increíble, más lo es aún que los españoles hayamos elegido al más alto representante de esa clase política tan inepta para irnos de cañas con él: según la encuesta anual que hace Cerveceros de España, los paisanos se tomarían las birras con Mariano Rajoy. Es decir, uno puede elegir al tipo más guay, más molón y más estupendo de este país, puede quedar con Xabi Alonso o con Jon Kortajarena para irse de cañas, amistad o lo que surja, y elige a Mariano Rajoy. Con el fin de intercambiar puntos de vista sobre la situación del país, dicen. Acabáramos...

COLUMNA COMPLETA EN http://gurbrevista.com/2014/05/de-canas-con-mariano/

PENA, PENITA, PENA

PUBLICADA EN REVISTA GURB EL 9 DE MAYO DE 2014

Mire usted, Su Señoría: yo lo que quiero es cobrar. En A, en B, en Z o en el alfabeto cirílico. En euros, dólares, bitcoins o tokens, la moneda de la Federación Unida de Planetas (y de las máquinas tragaperras de los casinos de los cruceros, que una es muy intergaláctica y muy ludópata). Pero no hay manera: no me llevo ná. Que me lleno la boca de decir que aprendo de las grandes y nada, mentira cochina, que no. Ni aprendo, ni aprehendo. Y eso que he tenido buenas maestras en el patriótico y folklórico arte de chulear a Hacienda, a la Seguridad Social y a todo el que se le ponga por delante: desde Lola Flores, su peseta y su ignorancia (“yo no sabía que eso tenía tanto castigo”), hasta Isabel Pantoja, blanqueando dinero como si fuera la lejía del futuro, que a ella se le enamora el alma y se le evaden los capitales al mismo tiempo. ¿Y de qué es culpable Pantoja?...

COLUMNA COMPLETA http://gurbrevista.com/2014/05/pena-penita-pena/

miércoles, 14 de mayo de 2014

Cegada de amor


PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 13 DE MAYO DE 2014

Estoy asustaíta perdía: mañana tengo visita al ginecólogo y miedo me da que me diga que tengo la Hormona del Amor por las nubes, que ahora se te desequilibran las endorfinas y quedas a merced de cualquier desaprensivo en un plis. Y, si no, que se le digan a Ortega, a Gasset, a Pantoja y a su abogado, que eso de que la descarga hormonal del estado de enamoramiento cegó a su defendida y le impidió ver que Muñoz era un político corrupto, es de capítulo de inicio de temporada de “Ally McBeal”.

Siguiendo la teoría del abogado de la Panto, que parece elaborada por Bizcochito, las hormonas pueden provocar ceguera temporal por amor a tu churri, al comercio o a cualquier otra cosa: una chica de 23 años ofrece una hora de sexo por una entrada de la Final de la Champions, ya que le gustaría ir con su novio y sólo dispone de una. Otra bruta, ciega, sordomuda, torpe, traste y testaruda. Y con vocación de pobre, que es lo peor: al menos, Robert Redford le ofreció a Woody Harrelson un millón de dólares por pasar una noche con su mujer. Y todavía sigo sin entender el problema: el auténtico conflicto interno de la protagonista hubiera existido si Demi Moore hubiese tenido que yacer con Fernando Esteso. Pero ¿con Robert Redford? Amos, anda.

Peor lo tienen dos chicos “casi universitarios”, cegados por la testosterona y por el amor a sus colores, que también prometen sexo durante una hora a cambio de un par de entradas: los chiquillos están convencidos de que los van a llamar dos MILF cachondonas que se parecen a Robin Wright y a Naomi Watts cuando, como mucho, se van a encontrar a Las Chicas de Oro con las entradas metidas en la bragafaja. Me da en la pituitaria que estos muchachos acabarán viendo el partido en el sofá de casa de sus padres tomándose una Fanta de naranja.


Así que con, tanto despiporre glandular, estoy que no me llega la camisa al cuerpo. Porque he engordado, vale, pero sobre todo porque me temo que me salgan en los análisis las hormonas más locas que los coches de choque. Sólo me falta que el ginecólogo me diga que se me han disparado los andrógenos y que me va a crecer la barba, como a Conchita la eurovisiva. En esa caso, ofrezco una hora de sexo a cambio de la depilación láser. Por amor a mi careto.

NOTA: Aquí están algunas de las ofertas. La mejor, sin duda, la última: no tengo entradas para la final, pero ofrezco sexo igualmente y nos echamos unas risas viéndola por la tele.



miércoles, 7 de mayo de 2014

Anduriña


PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES, 6 DE MAYO DE 2014

Running is the new black. Que lo sepan. Y como yo soy moderna porque el mundo me ha hecho así, he intentado sumarme a esta masa de gente enlicrada que corre por la ciudad, que eso es lo last de lo last, lo más guay y lo más plus. Pero nada, no hay manera. Primero, porque la licra no es mi tejido. Segundo, porque no soy ni pronadora ni supinadora, que soy chiripitifláutica. Y, tercero, porque doy cuatro zancadas y me falta el resuello, el aire, la vida. Voy como un pollo sin cabeza pero con un enfisema pulmonar. Y miren que lo he intentado: he salido a correr pero, antes de doblar la esquina, ya estoy arrastrándome. Rendida, agotada, extenuada. Noto las miradas de superioridad de los runners que pasan por mi lado. Y me hundo en el más absoluto de los vacíos existenciales.

Eso, hasta ahora. Porque ha nacido el power walking. Lo que viene siendo el andar de toda la vida, pero más rápido y con el culo apretao, como si te persiguiera un jumeras en una noche cerrada. El power walking es el nuevo running. Ya vuelvo a estar en el mundo.

Así que me voy andar. Y paso a formar parte de ese selecto grupo de madres andariegas que han sido excluidas sin piedad de la órbita runner: unas caminan en grupo con rebeca de punto, riñonera y gafas de mariposa; otras se ponen para andar el mismo chándal que se colocan los domingos para hacer el arroz en el campo; algunas pasean tirando del perro, las mismas que creyeron en aquella promesa de sus hijos de “no te preocupes mamá, que nosotros lo sacamos”, y todavía está por llegar el día en que alguno de esos singuangos se levante temprano para pasear a Rocky. Yo camino sola, con un outfit rollo Helena Bonham Carter recién levantada después de asistir a una cata de vodkas, que hay mañanas en las que en vez de una walking power parezco una walking dead. Pero el caso es andar. Continuar. Seguir. A pesar del panorama. Y si los runners llegan antes que nosotros, que vayan poniendo unas birras al fresco: después de este camino tan largo que estamos recorriendo, nos las merecemos. Aunque, con estos tenis, no sé si voy a alcanzar la meta, que llevo unos Yumas de cuando el Naranjito. Y así no se puede.

NOTA: Cuando el "power walking" sea disciplina olímpica, allá que iré. Cortesía de @covanechi