PUBLICADO EL MARTES 27 DE SEPTIEMBRE EN LA VERDAD
Jefe, me he ido este fin de semana al País
Vasco a cubrir el desarrollo de las elecciones. Quería demostrarle que, además
de un cuerpo para el pecado, tengo una mente para la política, y que una es
periodista de raza y siempre va donde está la noticia. Lo malo es que no he
podido asistir a los mítines ni hacer entrevistas a los candidatos porque me he
liado a trasegar pintxos y zuritos, que una es borrachuza de raza y siempre va
donde está la cerveza. Eso sí, le puedo hacer una lista recomendándoles los
mejores bares de San Sebastián. Algo es algo, ¿no, jefe?
La jornada de reflexión la pasé con un grupo
de vascos tan preocupados por las elecciones que bebían Perrier-Jouët mientras
cantaban por Raphael. Es lo que tiene ir a votar más que yo a Mercadona a por
brócoli, que acabas pasando de política. Pero la resaca del champán ha dejado a
Pedro Sánchez maltrecho (otra vez). Y volvemos a oír el cuento de Pedro y el
lobo (otra vez). Y me pregunto qué va a pasar cuando llegue el lobo (o la loba)
y se coma a Sánchez. Pensar que el líder del PSOE tiene la culpa de todo es
como creer que no ligas porque estás gorda como un tordo, y después de
adelgazar sigues sin ligar porque lo que te ocurre es que tienes mala follá a
capazos. El PSOE, con o sin Sánchez, ha de iniciar la reconquista de su
electorado si quiere llegar a algo. Por cierto, jefe, “La Reconquista” es el
título de la última película Jonás Trueba, y es una delicia, y hago aquí el
apunte ilustrado por si en lugar de en la sección de Política me quiere usted
meter en la de Cultura, que eso de que mis referencias culturales se reducen a la
biografía de Belén Esteban es un infundio lanzado por algún malintencionado,
que lo que hay es mucha envidia en esa redacción.
Para colmo, Podemos rompió ayer su pacto con el
PSOE en Castilla-La Mancha, que a Pedro flaco, todo son pulgas. Y mientras, Feijóo
en Galicia triunfando y viviendo una segunda juventud con la paternidad sobrevenida,
que si se descuida tiene los hijos a la edad de Papuchi, el tío. También me
puede mandar allí a cubrir el tema, jefe, que yo lo mismo le doy al ribeiro que
al txacoli. Esperando estoy.