miércoles, 24 de octubre de 2018

ESTEREOTÓMICO Y TECTÓNICO

PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 23 OCTUBRE DE 2018
El otro día utilicé por primera vez la palabra "prístino" en una conversación; en mi defensa he de decir que llevaba tres copas de vino encima. No sé cuántas llevaría José María Cano cuando se inventó lo de "mariconez", aunque ése no es el peor pecado que ha cometido Mecano: como dice A., mucho peor es lo de "Eungenio". Pero no seré yo la que se meta con las letras de los hermanos Cano, aunque haya ripios que deberían ser perseguibles de oficio. Y no seré yo, digo, porque a servidora le encanta inventar palabras, y descubrirlas, y jugar con ellas. Y como soy una cría pequeña en un cuerpo premenopáusico, descubro un término nuevo y no paro de utilizarlo: ahora he aprendido "estereotómico" y "tectónico", dos palabros que suenan a título de ensayo de Umberto Eco, y me paso la vida intentando meterlos en cualquier frase. 
Desafortunadamente, como no puedo usarlos en el contexto adecuado porque no soy ni arquitecta ni ingeniera ni artesana ni carpintera, los tengo que utilizar en el submundo de "Sálvame": Belén Esteban, desligada de la tierra y de la realidad y con una cabeza tan ligera como una cabaña de paja, sería tectónica, cáscara pura, mientras que Kiko Hernández sería estereotómico, macizo, pétreo. Y es que los estereotómicos son impenetrables; son piedra dura de Chipiona, que le dijo Lola Flores a Rocío Jurado. Como Pedro Sánchez, un señor que parece tectónico por lo volátil de su pensamiento cuando, en realidad, es estereotómico: sólo un bloque de granito aguanta que le den por muerto en su propio partido para después resucitar y llegar a ser presidente. 
Las palabras están para juguetear con ellas, para cultivarlas, para divertirse. No sé si están para provocar cambios sociales, no sé si la justa lucha contra el machismo o la homofobia justifica romper la integridad del idioma, no sé si los que seguimos usando el acento en "sólo" somos la resistencia o un atajo de viejos snobs, no sé si los que utilizan la "-e" como género neutro para terminar las palabras son asturianos o modernos. Lo que sí sé es que, para deconstruir el lenguaje, primero hay que dominarlo. Igual que para poder deconstruir una tortilla de patatas, antes hay que saber hacer la tradicional. Lo de con cebolla o sin cebolla, eso ya otro día, que hoy estoy tectónica perdía y no me entra luz ni por sustracción. 


1 comentario:

lula dijo...

Me has creado una duda, pensaba que era Hatajo cuando se refiere a grupo de personas, igual estoy equivocada ...