PUBLICADO EL 8 DE ENERO DE 2013 EN LA VERDAD
Navidades y niños en casa: me pongo al día con
todas las películas infantiles del mundo, incluyendo sesión doble de Batman. Y,
a pesar de las estupendas versiones de Nolan, Batman me sigue cayendo gordo.
Nunca he entendido que un supermillonario que lo tiene todo se deje machacar
por los villanos, tenga un coche tan feo como el Batmóvil y trabaje en una
Batcueva que huele a cacarruta de murciélago. Será porque nosotros no estamos
acostumbrados a que los tíos con pasta lo sacrifiquen todo para ayudar a los
más débiles, que no veo yo a Paquirrín repartiendo mamporros a diestro y
siniestro embutido en un chándal de látex, pero el caso es que Batman no me
impresiona lo más mínimo. Además, yo ya tengo un superpoder: soy la Mujer
Invisible, porque desde que cumplí los cuarenta los tíos ni me miran. Aunque el
poder que me gustaría tener es el de comer sin engordar, que se han acabado las
fiestas y yo estoy más rellena que el pavo de Nochebuena: si me ve Arguinaño,
me trincha. Ése sí que es un superpoder con fuste y no el de trepar por las
paredes, que ya me dirán ustedes para qué quiero yo escalar ventanas si vivo en
un bajo.
Por eso me identifico más con los superhéroes
patrios, como Superlópez. Su creador, JAN, acaba de rechazar la Medalla de Oro
al Mérito en las Bellas Artes. No sé si JAN es supertonto o superlisto por
hacer eso, pero sí que es supercoherente, lo cual hoy en día es una auténtica
heroicidad. Y se suma así a la paloma supermana y al resto de lo superhéroes de
barrio que cantaba Kiko Veneno y que resisten un día tras otro sin esperar
medallas a cambio: las abuelas que tiran de pensión para alimentar a sus
familias, los padres que han conseguido que los Reyes de este año no noten la
crisis sacando de donde no hay y los que se siguen levantando todas las mañanas
pensando que sí, que hoy van a encontrar trabajo. Pero mientras, los
supervillanos siguen haciendo de las suyas: abres un periódico y te encuentras
al Joker, al Espantapájaros y a Dos Caras todos juntos. A este paso sí que
vamos a necesitar a Batman, y hasta a Super Ratón. Y no olviden
supervitaminarse y mineralizarse, que nos va a hacer falta.
2 comentarios:
Dice la leyenda que hay un SúPPergrupo de villanos que controla el mundo y que sólo poderes como el suyo, el de actuar "invisiblemente", les afecta. Bueno, ese poder y el de la caspa y la laca en exceso.
Como también hablan de cuánto se resienten ante fragmentos de su kriptonita -en este caso Marinadorita-, yo, con mi poder de transformación, luciré de folclórica inofensiva y agarraré unos cuantos ladrillos.
Total, que ya tenemos plan.
¡Besos, Súper Maestra!
Sólo tenemos que buscarle un nombre, querido héroe de la moda mundial: FashionMan, el súper hombre capaz de adelantarse a las tendencias y que venga en nombre de John Galliano, tratado injustamente por los grandes consorcios, todos los atentados modiles que se comenten diariamente en las calles.
Dígale a Manoli que le vaya cosiendo la capa y las mallas.
Besos mil.
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