martes, 27 de diciembre de 2011

Felicitaciones

PUBLICADO EL 20 DE DICIEMBRE EN LA VERDAD

Una tarjeta: sólo me ha llegado a casa una tarjeta felicitándome las Navidades. En cambio, el correo electrónico lo tengo llenetico de postales virtuales con estrellas, abetos y villancicos versionados por el tío de la cabra. Que sí, que es más barato y más cómodo, y agradezco sinceramente que hasta Toldos Encarnita se acuerde de mí, pero ¿dónde están las tarjetas de Ferrándiz y de Unicef? ¿Ahora qué cuelgo en el árbol? ¿El iPad? Y eso por no hablar de los mensajes de Nochebuena: una se cree que conoce a sus amigos hasta que le llega al teléfono “Un puñado de turrón bastará para la Navidad, pero un puñado de tu amistad me alimentaría de por vida”. Y entonces te preguntas quién es ese tipo con el que has estado tomándote las copas los últimos veinte años.

Definitivamente son tiempos nuevos, tiempos salvajes: antes el pistoletazo de salida de las Navidades (después de El Corte Inglés, claro, que a este no hay quien le gane, con los turrones en los expositores mientras aquí todavía tenemos arena en los bolsillos) lo daba la felicitación de Norma Duval desde el ¡HOLA!, con Marc Ostarcevic embutido en un traje de chaqueta que brillaba más que la estrella de Navidad y los críos con ese corte de pelo a lo paje (à la page, que diría Norma, que para eso estuvo en el Folies Bergère) que hace nacer en los niños un rencor hacia sus progenitores que no pude curar ni varios años de terapia. Pero ahora son la Duquesa de Alba y Alfonso Diez los que “nos reciben en el Palacio de Liria en sus primeras Navidades de casados”. Cayetana posa para la revista en su residencia de tres mil quinientos metros cuadrados con su Oscar de la Renta, sus joyas Van Cleef & Arpels de su colección privada y su Alfonso siempre detrás, en un tierno gesto de apuntalamiento. Curiosa exhibición patrimonial en un momento en que Cayetano Martínez de Irujo afirma que en la Casa de Alba la cosa está muy achuchá. ¿Habrán hecho el posado para ahorrar en sellos? Pues pensándolo bien, ni correos electrónicos ni postales de Ferrándiz: si la Duquesa les felicita las Pascuas desde el ¡HOLA!, yo lo voy a hacer desde LA VERDAD, con mi camiseta de Zara y mi colección privada de joyas (sí, los pendientes de perlas, que no tengo otra cosa). Feliz Navidad.

4 comentarios:

Carmona Dixit dijo...

Doña Palo, no todo va a ser malo. El año pasado sólo recibí por nochebuena un mensaje al móvil felicitando las fiestas o la intrusión en el hogar del gordo barbudo (a quien no tenga chimenea ya me los imagino mirando con desconfianza el brasero). El contraste con otras épocas de bonanza es abismal... que parecía que el recién nacido fuera accionista de Movistar. Por poco no hacen el anuncio rezando "Hola, soy Jesús, Feliz Navidad".

Al menos dos años hemos podido cenar tranquilos.

Pues nada, que le deseo todo lo mejor.

Rosa Palo dijo...

Y yo a usted, Carmona. Y que no nos veamos los lunes al sol, sino en su blog, descojonándonos de sus viñetas.

Hong Kong Blues dijo...

Qué pena leer este post tan tarde, y qué pena no tener su dirección, porque PITICLI y servidor diseñamos cada año nuestras propias tarjetas Navideñas, que enviamos mayormente por e_mail y facebook, pero también, en un pequeño número, por correo postal -iba a decir "ordinario" pero no lo considero acertado-. Por supuesto, usted estaría en el selecto grupo "postal". Así que para el próximo año ya lo sabe: o nos facilita la dirección, o nos invita y se la llevamos en mano, lo mismito que Isabel P. con los Ferrero.
La adoro.
¡Besos!

Rosa Palo dijo...

Oh, qué desilusión! No se preocupe, que en cuanto pueda le dejo mi dirección postal para que me envíe una felicitación o un jamón de jabugo, a elegir.