miércoles, 19 de abril de 2017

INTERMEDIO

PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 18 DE ABRIL DE 2017

Se acabó lo que se daba. Chimpún. Fin de fiesta para todos menos para los murcianos capitalinos, que después de las torrijas llegan los paparajotes y hay que seguir comiendo, bebiendo y celebrando. Para el resto, la "Marcha Triunfal" del Domingo de Resurrección es nuestra música para cerrar las discotecas y volver al pollo-piña y a las infusiones diuréticas, a nuestro quehacer o a nuestro qué hacer, que lo único peor que levantarte para ir a currar es levantarte para no ir a ninguna parte porque sigues sin trabajo. Pero los oprimidos por este nuestro sistema capitalista vamos sobreviviendo de fiesta en fiesta, de puente en puente, y tiro porque me lleva la corriente.

Los días de Semana Santa son tan pocos que, para cuando le vas a coger el gusto a levantarte tarde, vuelve a sonar el despertador. No son vacaciones; son un kit kat, una película en pausa, un intermedio de los antiguos, de los de Antonio Gasset Dubois, el mitiquísimo director y presentador de "Días de Cine". Gasset es el youtuber de mi generación, que los videos sobre sus entradillas tienen más visionados entre los cuarentones que los del Rubius entre la muchachada. "Llega el momento de la publicidad, disfrutad del cine si podéis. Si no, también tenéis la música, la literatura o incluso la historia, a no ser que queráis ser presidente del Gobierno". O "Vamos a una pausa publicitaria, que será tan corta como el sueldo del presentador". A Gasset, desaparecido en combate por el ERE de 2007 de RTVE, me pareció verlo el año pasado paseando por San Sebastián. Fue como ver un fantasma. O como encontrarte con Thomas Pynchon.

Pero en Semana Santa hay gente que aprovecha para hacer las cosas más peregrinas: Ronaldo mandó a su peluquero dos veces al Museo de Cera de Madrid durante estos días para que retocara su cabellera. Yo hubiera mandado a la Reina de Corazones para que le cortara la cabeza, aunque después de ver su busto en el aeropuerto de Madeira, a Ronaldo su figura de cera le debe parecer una escultura de Praxíteles. Como a Trent Lockett, el norteamericano jugador de baloncesto del Betis al que los nazarenos en Sevilla le parecieron miembros del Ku Klux Klan. Normal: con tan pocos días de vacaciones, uno se lía. Si Lockett llega a ver "Misión Imposible II", en la que se queman las imágenes religiosas de Semana Santa, le estalla la mollera.









1 comentario:

Hong Kong Blues dijo...

Adorada Señora Palo: este kit kat le ha salido bordado. Por cierto que a muchos asturianos y canarios (esos afortunados que prácticamente no fueron cristianizados) también les recuerdan los nazarenos al KKK.
En casa vemos y leemos a veces las salidas de Gasset y nos desmembramos. Deberíamos invitarlo a un evento, ¿no le parece?
Un abrazo enorme pollo-piña.