PUBLICADO EL MARTES 3 DE ENERO DE 2017 EN LA VERDAD
El infierno está empedrado de
buenas intenciones, dicen. Y no me extraña: con las mías se podría hacer un
mosaico en el suelo que ni Porcelanosa. Por eso servidora, que ya es gallina
vieja, ha empezado el año sin objetivo alguno que llevarse a la boca. Por eso y
porque estoy harta de decepcionarme a mí misma al comprobar que los buenos
propósitos me duran menos que un matrimonio a Alba Carrillo.
Empezar el año y cagarla es
todo uno: quieres dejar de fumar y lo que haces es dejar de comprar tabaco y
gorronearle a los amigos; quieres empezar a correr y a lo máximo que llegas es
a comprarte las zapatillas más caras que encuentras para acabar guardándolas en
el armario (y eso después de tener que aguantar que el dependiente te pregunte
si eres pronadora o supinadora, algo más indecente aún que preguntarte si eres
de mortero o de monedero); quieres adelgazar cinco kilos y es ver una fuente de
alitas de pollo y abalanzarte sobre ella como si fueran a decretar el veganismo
universal a la mañana siguiente; quieres aprender idiomas y te esperas a que
salga tu serie favorita doblada al castellano. Y así pasas otro año más,
oscilando entre la culpa y el desencanto, alarmada ante tu propia incoherencia
y preguntándote por qué tienes menos fuerza de voluntad que Terelu ante una
porra (definitivamente, Terelu es la nueva Falete). Pero es preferible vivir instalada
en la contradicción perpetua antes que abrazar el pensamiento monolítico y
mononeuronal que nos rodea, propagado por tronistas y viceversos y enunciado
por Belén Esteban, filósofa postmoderna de la contemporaneidad: "Yo soy
así, y si no te gusta, te aguantas", dice la ínclita. Pues yo soy así y no
me aguanto ni yo. Por cierto, en 2017 Andreíta Cómete El Pollo Coño, hija de la
filósofa, cumple dieciocho años, por lo que ya podremos verle la cara (la pobre
lleva desde que nació con cuatro píxeles pegados en los ojos, una extraña
afección ocular que sólo afecta a los hijos de los famosos y que desaparece al
alcanzar la mayoría de edad), al igual que hace pocos días se la hemos podido
ver al hijo de Rociíto y Antonio David. Eso sí que es renovación de la plantilla
y no la del Real Madrid. Algo bueno tenía que traernos el año.
1 comentario:
Estoy llamando ahora mismo a la policía de la versiones originales...
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