miércoles, 1 de octubre de 2014

Agua para todos


PUBLICADO EN LA VERDAD EL 30 DE SEPTIEMBRE DE 2014

Leo: “En Murcia na más que llueve pa joder”. Suscribo: o caen cuatro gotas marranucias que sólo sirven para ensuciarte el coche, fastidiarte la colada y dejarte el pelo hecho una escarola, o cae la mundial. Sin matices ni escala de grises, o todo o nada, del blanco al negro, del cero al infinito: en esta tierra de excesos pasamos de los centauros del desierto a las lluvias de Ranchipur en un quítame allá esas isobaras. ¿No quieres caldo? Pues toma dos tazas. O diecisiete. Y si puede ser en día de fiesta, mejor.

Aquí la lluvia es un fenómeno meteorológico más raro que el rayo verde: llueve tan poco que le compras unas botas de agua al crío y, el día que se las vas a poner, se le han quedado pequeñas. Aquí la lluvia es torrencial, caudalosa, violenta; es el cuñao tirándose sobre el plato de langostinos en Nochebuena; es la Pantoja destrozando las cámaras a los fotógrafos; es Fernán Gómez mandando a la mierda a un admirador; es Falete quitándose la faja, es Falete desencadenado. Por eso aquí, cuando llueve, en vez de sacar los paraguas sacamos las piraguas.

Y, mientras, tú a más de ochocientos kilómetros, viviendo en una burbuja de pinchos, txacoli, películas y encuentros felices. Y entonces te empiezan a llegar al móvil imágenes donde ves tu ciudad inundada, y hasta que consigues localizar a tu familia y asegurarte de que todos están bien, pasas un rato horroroso. Y te das cuenta de que seguimos estando a merced de la naturaleza, que mucho llegar a la Luna y mucho lelerele, pero no han inventado nada para impedir estos desastres. Ni para eso ni para comer sin engordar o tener batería infinita en el móvil, los que serían los grandes y auténticos avances de la humanidad. Pero no, aquí mis primos los científicos se ponen a investigar el efecto de la ópera sobre ratones trasplantados de corazón, no sea que Mickey Mouse empiece a fibrilar cuando oiga la “Cabalgata de las Valkirias” y se líe en Disneylandia.

Y para ratificar que en Murcia nada más que llueve para joder, ahora está cayendo una lluvia dulce y mansa, de la que limpia las calles y el alma. Efectivamente: llueve suavemente para joderme el tema de la columna. Q.E.D. Y eso no es una firma, Mariló Montero, sino “Quod erat demonstrandum”. Que lo sepas.



Mientras en Cartagena caía la mundial, en Donostia brillaba el sol

2 comentarios:

Hong Kong Blues dijo...

Sí se puede mejorar la situación de la lluvia en Murcia. Reforestando, canalizando. Potabilizando. Evitando que aviones contratados por las aseguradoras de ciertos cultivos dispersen las nubes de tormenta antes de que llueva -y así no se les estropee la cosecha-.
La lluvia en Murcia siempre fue escasa. Pero de un tiempo a esta parte ciertas virtudes humanas más.
Siento el cambio de tono en este comentario, pero es que me duele.
Buenísimo, no obstante, lo de paraguas-piraguas.

Rosa Palo dijo...

Lo vamos a contratar como Consejero de Agricultura y Agua. Arreglar el tema no sé si lo arreglará, pero va a ser el más guapo del gobierno. eso, seguro.
Besos mil ;)