PUBLICADO EL 2 DE JULIO DE 2013 EN LA VERDAD
Estamos muy malamente. Pero malamente de
verdad. En las reuniones con amigos ya hemos empezado a hablar de peplas: que
si no veo tres en un burro, que si estoy perdiendo oído, que me han sacado
colesterol, que tengo la tensión por las nubes. Una lucha de malestares en la
que gana el que peor se encuentra. Eso sí, mientras juegan una partida de
póquer con los índices de los triglicéridos (los veo y subo cien más), tienen
un quinto en una mano y un bocadillo de panceta en la otra. Que no pasa ná, que
luego me tomo un Danacol y ya está, dice mi santo. Le tiene más fe que a la
Virgen del Carmen.
Definitivamente, somos viejos vestidos con
camisetas de Nirvana. De lunes a viernes, pollo para comer y fruta para cenar
(y viendo “Master Chef”, trasegarse una triste rodaja de sandía les aseguro que
alcanza un grado extraordinario de masoquismo), pero comienza el fin de semana
y nos falta pista para las ensaladillas, las cañas, el queso curado, la
longaniza seca y los gintonics, que nos tiramos al despiporre con más ansiedad
que Adele después de acabar la dieta. Y ojo: antes de empezar, un Omeprazol, y
después, un Espidifen. Y un Almax. Y el Primperan a mano para las angustias. Y
una menta poleo, que he comido como un burro. Y te juro por mi madre que no
vuelvo a probar las morcillas.
En cambio miren a Bárcenas, que la primera
noche en el talego sólo cenó una manzana. Éste sí que sabe, que ahora que ha
cerrado la Buchinger se va a la sierra a hacerse una cura de salud con todo
incluido, hasta con personal trainer: ha contratado a un Latin King que le ha
puesto a a hacer pesas en el patio del talego y le están saliendo más músculos
que a Schwarzenegger (sí, ése que se hizo la foto con Valcárcel). Y es que el
tío lo tiene todo controlado: el colesterol, el azúcar, la tensión, los
papeles, el partido… ni una pastilla le hace ya falta; bueno, a lo mejor sólo
la pirula azul para el vis a vis. ¿Cuando salga se hará un Interviú como
Escassi, enseñando el diferido? ¿Qué opinará Rajoy de todo esto? Ehhh… la
segunda, ya tal. Y en relación a la primera, seguro. Ay, el pobre Mariano sí
que tiene que estar tomado Espidifen. De 600 mg.
1 comentario:
Lo de Mariano creo que es justamente por falta de medicación, ¿o era de vergüenza? ¿o de sentido democrático? ¿o de respeto a los ciudadanos? Ay, ya no sé... ¿de que hablaba yo? Ah, sí, de lo mío: pues de lo segundo ya te lo he dicho y de lo primera eran un padre y un hijo.
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