miércoles, 3 de julio de 2013

Peplas


PUBLICADO EL 2 DE JULIO DE 2013 EN LA VERDAD

Estamos muy malamente. Pero malamente de verdad. En las reuniones con amigos ya hemos empezado a hablar de peplas: que si no veo tres en un burro, que si estoy perdiendo oído, que me han sacado colesterol, que tengo la tensión por las nubes. Una lucha de malestares en la que gana el que peor se encuentra. Eso sí, mientras juegan una partida de póquer con los índices de los triglicéridos (los veo y subo cien más), tienen un quinto en una mano y un bocadillo de panceta en la otra. Que no pasa ná, que luego me tomo un Danacol y ya está, dice mi santo. Le tiene más fe que a la Virgen del Carmen.

Definitivamente, somos viejos vestidos con camisetas de Nirvana. De lunes a viernes, pollo para comer y fruta para cenar (y viendo “Master Chef”, trasegarse una triste rodaja de sandía les aseguro que alcanza un grado extraordinario de masoquismo), pero comienza el fin de semana y nos falta pista para las ensaladillas, las cañas, el queso curado, la longaniza seca y los gintonics, que nos tiramos al despiporre con más ansiedad que Adele después de acabar la dieta. Y ojo: antes de empezar, un Omeprazol, y después, un Espidifen. Y un Almax. Y el Primperan a mano para las angustias. Y una menta poleo, que he comido como un burro. Y te juro por mi madre que no vuelvo a probar las morcillas.

En cambio miren a Bárcenas, que la primera noche en el talego sólo cenó una manzana. Éste sí que sabe, que ahora que ha cerrado la Buchinger se va a la sierra a hacerse una cura de salud con todo incluido, hasta con personal trainer: ha contratado a un Latin King que le ha puesto a a hacer pesas en el patio del talego y le están saliendo más músculos que a Schwarzenegger (sí, ése que se hizo la foto con Valcárcel). Y es que el tío lo tiene todo controlado: el colesterol, el azúcar, la tensión, los papeles, el partido… ni una pastilla le hace ya falta; bueno, a lo mejor sólo la pirula azul para el vis a vis. ¿Cuando salga se hará un Interviú como Escassi, enseñando el diferido? ¿Qué opinará Rajoy de todo esto? Ehhh… la segunda, ya tal. Y en relación a la primera, seguro. Ay, el pobre Mariano sí que tiene que estar tomado Espidifen. De 600 mg.

1 comentario:

Piticli y Nostradamus compartieron pupitre en la escuela de redacción dijo...

Lo de Mariano creo que es justamente por falta de medicación, ¿o era de vergüenza? ¿o de sentido democrático? ¿o de respeto a los ciudadanos? Ay, ya no sé... ¿de que hablaba yo? Ah, sí, de lo mío: pues de lo segundo ya te lo he dicho y de lo primera eran un padre y un hijo.