PUBLICADO EN LA VERDAD EL 12 DE JUNIO DE 2013
Domingo postplayero: derrengá y achicharrá, me
siento a ver el nuevo programa de Ana Pastor, “El Objetivo”, que si quiero
tener conversación con mis amigos chiriperroflaúticos no tengo más remedio que
estar informada. Eso sí, me grabo “Alaska y Mario” sólo para oír a Carmen
Lomana decir “¡Me encantan los cabestros!”, que si yo hubiera sido novio de la
rubia, estaría muy mosqueado. Pero este es otro tema, que es que me ponen una
pija delante y embisto.
Buena parte del espacio de Ana Pastor consiste
en comprobar en qué nos han mentido los políticos, lo que viene siendo tirar de
videoteca y ponerle un nombre en inglés, “fact check”. Y, al margen del
resultado o de los analistas que examinan cada caso, ver cómo nos mienten con
todas las letras mirando a cámara sin que les tiemble el labio, sin parpadear,
sin un atisbo de duda o de mala conciencia, es algo espeluznante. Si hay una
verdad entre tantas mentiras es que nos engañan. O lo pretenden.
Yo, como soy testiga de Jehová, no puedo
mentir. Bueno, sólo le miento a mi “personal trainer” cuando me pregunta si he
hecho los ejercicios de Pilates en casa, porque le tengo más miedo que a un
nublao: si le digo que no he hecho nada me obliga a correr la Ruta de las Fortalezas
en tacones, que el Sargento de Hierro a su lado parece Blancanieves. Me dice
“¡Brazos firmes, brazos firmes!” con su acento maño y me entran ganas de
invadir Polonia y de sacar a hombros a la Virgen del Pilar, todo al mismo
tiempo. Y, encima, pagando, que lo mío ya es grave.
En cambio conozco a una que de tanto oír
“¡Lleva el pubis a la nariz, lleva el pubis a la nariz!”, al final lo llevó
pero a la napia de su personal trainer (o de su “personal trajiner”, que dice
Mary Carmen Rodríguez). Sería por el rollo cubano, porque el tío terminaba
todas las órdenes con un “mi amol” y claro, no es lo mismo machacarte oyendo a
Dinio que a Marianico el corto. Pero a esta fresca el “fact check” no se lo
hizo Ana Pastor, sino su suegra cuando los pilló en plena faena. “Estamos
practicando ejercicios de suelo pélvico”, le soltó la tía sin pestañear. Y
coló. Ahora va de número dos en las listas por Albacete. En las tontas ya voy
yo.
1 comentario:
A mí me gustaría que hicieran un programa de políticos que se desnudan. Pero literalmente.
Siempre he pensado que si una obra de teatro o de danza es mala, al menos que enseñen carne.
¿Y acaso nuestro panorama político no es una absurda obra de terror?
La adoro. Y no abandone el Pilates.
Publicar un comentario