PUBLICADO EL 25 DE SEPTIEMBRE DE 2012 EN LA VERDAD
C., mi exjefe, me ha hecho un Mazagatos: me ha
dicho que me sigue pero que no me lee, que ya sabes tú que a mí eso de la cosa
rosa no me va, aclara. C., cegado por el brillo de Abascales y Preyslers que
aparecen de vez en cuando en esta columna, todavía no se ha dado cuenta que de
lo único que hablo es de mí: “Escribe sobre lo que conoces”, le dijo el Profesor Bhaer a Jo March en Mujercitas. Y no hay nada que conozca mejor que yo, que de política
internacional ni flores, oiga, pero sobre los motivos por los que me sienta mal
el guacamole puedo escribir un tratado. Y den gracias a que me ha pillado
mayor, que si no sería una “egoblogger” de las que se fotografian con el
Submarino Peral al fondo enseñando los botines de Isabel Marant.
Yo soy egocéntrica porque el mundo me ha hecho
así: tengo un iPhone, un iPad, un iPod, un iMac y un iPlus. Y cada día soy más
iDiota, porque a mi iLoquesea llegan tantas cosas que no me entero de nada. No
es que no sepa separar la información de la opinión, es que ya no distingo una
noticia real de una de “El Mundo Today”. Vivo en un batiburrillo de titulares
jugosos, entrecomillados explosivos, tuits ingeniosos, publicidad encubierta (o
no) e invitaciones a eventos de gente que no conozco, y luego pasa lo que pasa,
que una niña holandesa de 16 años convoca su fiesta de cumpleaños por Facebook,
aparecen 4.000 personas y se arma la de Dios porque no hay panchitos para
todos. En mi hipertrofia informativa, mi hijo ha capturado en su Nintendo a un
Pokemon llamado Alcalde de Orense, Albacete quiere la independencia porque
hablar como los de “Muchachada Nui” es un hecho diferencial y el Ministro de
Cultura afirma que el cine no es cultura sino entretenimiento. Ah, esperen, que
esto último… Vale.
2 comentarios:
Pues usted dirá que está iDiota, pero yo la veo preclara últimamente (y lo digo yo, que la sigo y leo).
Aunque cierto es que hay que intentar gestionarse tanto gadget o puede terminar en MATRIX. Claro que si prefiere MATRIX por Murcia no la culpo.
LA ADORO.
Dice bien: prefiero Matrix por casi cualquier sitio. Ese problema no lo tiene usted, viviendo en Barcelona, que es taaaaan estupenda. Qué ganas de ir. Y de conocerle. A ver si este año... no, no lo digo, que luego no voy.
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