sábado, 12 de noviembre de 2011

Halloween

Publicado el 1 de noviembre en LA VERDAD

Agotaíca estoy. Anoche me fui con mi chiquillo, los dos disfrazados, él de zombie, yo de bruja (sin maquillar, vamos) dispuesta a recorrerme todas las casas diciendo lo de “¿Truco o trato?” hasta encontrar una en la que me dieran los caramelos que estaba buscando. Abrí cientos, miles, tantos que con los envoltorios hubiera podido hacerme un vestido a lo Lady Gaga. Pero nada, en ninguno ponía lo de “Dice Rubalcaba que si gana no hará recortes sociales. El mayor recorte social son cinco millones de parados”, ni lo de “Dice Rubalcaba que si gana no hará recortes sociales... Que se lo diga a las madres, pensionistas, parados...”. Fracaso total. Que seguro que se pegan en las muelas, lo sé, y que saben a perro muerto, y que se te quedan olvidados dentro del bolso y un día de agosto buscando las llaves reaparecen en forma mutante y pegajosa… Pero me hacía ilusión abrir un caramelo en Halloween que diera miedo de verdad. Así que esta mañana he telefoneado a Génova para reclamar mis golosinas, y les he comentado la posibilidad de reforzar el mensaje poniéndoles a Rajoy y a Gallardón unos pelucones, unas guitarras y unas plataformas para que canten por los Amaya aquello de “Caramelos, caramelos, caramelos, llevo caramelos” (verán que seguimos con un moderneo musical que pa qué). Pero González Pons me ha llamado idiota y me ha colgado el teléfono.

Despepechada y en pleno subidón creativo (es lo que tiene mezclar Mad Men con las reposiciones de El ala oeste de la Casa Blanca, que al final te crees capacitada hasta para llevar la campaña del Presidente Bartlet) mando un correo a Ferraz para proponerles que organicen un contraataque carameril con frases del Maestro Yoda: “El lado oscuro ellos son”, “Si algún día rigen tu vida, para siempre tu destino dominarán”, “Difícil mi misión es, pero imposible no”. Me contestan: “Estimado/a compañero/a, te enviamos el video de campaña en defensa de la escuela pública. Un saludo/a”. Lo veo. Y después de verlo me entra el mogollón, porque mi hijo va a un colegio público y tengo una chica que me ayuda en casa, y parece ser que ambas cosas son incompatibles, así que o meto a mi hijo en los Maristas a mitad de curso o despido a la chica. Y eso sí que no, mire usted señor Rubalcaba, que hay que hacer cambio de armarios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tu blog da mucho asco.