lunes, 29 de diciembre de 2008

Cuento de Navidad

Desde hace unos días entiendo perfectamente esa pulsión, esa excitación que impulsa a los escritores a volcar sus pensamientos en palabras, esa necesidad de escribir para sentirse vivo: he visto la portada de ¡HOLA! y estoy que me escribo encima. Isabel Preysler, Nicole Kidman y Cayetano Rivera me miran unidos por el Photoshop (ya saben, esa herramienta que acaba con la desigualdad mundial unificando razas y edades) bajo el titular "El Príncipe de Gales celebra en su casa de Londres la cena más espectacular del año, organizada por Porcelanosa". Y allá que voy, porque servidora es de las que entran al trapo, como Concha Velasco, que le preguntas cómo está y va la tía y lo cuenta. Y me entrego, rendida de antemano, incapaz de resistir la llamada del príncipe, las baldosas y el desenfoque gaussiano. Y leo (y lean): "Isabel y sus dos hijas protagonizaron un instante mágico cuando, al atravesar el salón del Ritz para dirigirse a la cena con el príncipe Carlos, todas las miradas se centraron en ellas; parecía incluso que la música había cesado". Así. Tal cual. Sin anestesia. Una frase tan cursi que convierte a Corín Tellado en Bukowski. Y claro, pues eso, que me escribo encima.

Y entonces caigo en la cuenta: no es un reportaje, es un cuento, un cuento de Navidad. El comienzo del artículo, "La fría noche cae sobre Londres" podría firmarlo Dickens. Y hay un príncipe (feo, sí, pero príncipe -a lo mejor es que sigue convertido en rana-), dos hermanastras (Ana y Tamara) y una Nicole Kidman tan pálida y fría que parece la Reina de las Nieves. Y un instante mágico, porque ese momento Ritz es igualito a cuando Cenicienta entra en el baile y todos giran su cabeza para mirarla, aunque en este caso Cenicienta lleva a sus espaldas tres matrimonios, 5 hijos, un nieto y joyas de Suárez. Y además, es un cuento maravillosamente ilustrado, porque el retoque de las fotos es de tal calibre que parecen dibujos de Rebecca Dautremer.

Pero ¿y la madrastra? En cualquier cuento que se precie hay una madrastra mala, malísima. No se preocupen, que aquí también: justo en las páginas anteriores aparece la baronesa Thyssen. Ya me dirán si pedir públicamente una tercera prueba de paternidad de su nieto no es como que llevar a Blancanieves al bosque y ordenar que la maten (las Blancas siempre han tenido mala suerte con la familia). A lo mejor Tita está tan acostumbrada a exigir los certificados de autenticidad de sus cuadros que ha pedido también el de su nieto, para ver si es un auténtico Thyssen, algo extraordinario si tenemos en cuenta que Borja es una falsificación. ¿Pretende Tita que los genes del barón hayan saltado una generación y hayan llegado a Sacha sin pasar por Borja?. Los caminos de la genética son inescrutables.

También lo son los de Dios; el último "Callejeros" (Cuatro) va dedicado a las mojas de clausura, algo fuera de lo común porque generalmente en "Callejeros" sólo salen yonquis (¿por qué corren tanto los reporteros en la cabecera del programa, si los yonquis no se mueven?), así que estaba esperando que en cualquier momento apareciera una monja enganchada al caballo, tipo "Entre tinieblas". Pero no, las monjas son la pera limonera, son felicísimas haciendo dulces y cosiendo ropa interior para Teleno (no quiero ni pensar el día que les toque hacer tangas, ¿se negarán argumentando objeción de conciencia?). El programa parece un publirreportaje para aumentar vocaciones. Las veo tan contentas que hasta me lo pienso: si encuentro una orden cuyo carisma sea la entrega al ciberespacio, tomo los hábitos. Y sí, una de las órdenes tiene una página web, con lo que problema resuelto; la linkamos a rosapalo y a funcionar con la bendición de Dios. Pero lo más grande es que una de las monjas tiene móvil y cuando la llaman contesta con un "Ave María Purísima". Grandioso. Aunque si hubiera dicho "Pronto, Raffaella" ya hubiera sido divino.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno me he reido un monton, a tí la crisis no te afecta e incluso te agudiza.

Un Beso y Feliz Año

Anónimo dijo...

Puaf!, ese anonimo diminutivo da glamour a cualesquiera que sea la pagina que comenta.

Rosa como siempre sublime.........................., te se nota lo creativa que eres y el Hola que no se supera.

smart dijo...

¿Los redactores del Hola tienen familia o amigos que los aconsejen en un momento determinado? ¿se creerán uno más del cuento? ¿releen lo escrito antes de la publicación?

Sea como sea que sigan así, los necesitamos. La relación entre Rosa y Hola es la misma que entre SLQH y Telecinco.
El tirantes y la otra son para Ángel y Patricia lo que la Baro y la Preysler para Rosa Palo.
O no?

Feliz Año a todos.

Anónimo dijo...

Maestra Rosa Palo: como siempre, maravillosa. Genial, genial, genial. Ni José Luis Moreno tendría palabras para describirte.

¿Serás el Hada Madrina de l@s bloggers? ¿O quizá el equivalente a "Tambor", que con su gracia y gestos sacaba de la tontuna al ingenuo de "Bambi"?
En todo caso, yo apuesto por la Reina de Inglaterra como Madrastra en vez de la Baronesa (a la cual le tengo gran simpatía).

Por cierto que Nicole K. sale tan pálida y fría (¿o frígida?) que en vez de menstruación pareciera que expulsara cubitos helados de starlux.

¡Un beso enorme!
p.d. ¡viva Charo Baeza!

Anónimo dijo...

Las monjas y lo yonkys son almas paralelas, unos estan enganchados a los estupefacientes y las otras a un "eres tu..., fe y paciencia", eso sin olvidar a Santa Teresa de Jesus, la primera yonky en la oscuridad.

Anónimo dijo...

Smart, espero que ¡HOLA! no me prohíba seguir hablando de ellos, como les pasó a SLQH y Tele 5 (aunque ya lo intentaron al censurarme el blog).

Mr. Kong, muchas gracias. Yo también soy fan de la baronesa (soy fan de cualquier mujer capaz de reinventar su propio pasado), pero convendrá conmigo en que se ha pasado no uno, sino tres pueblos. Por cierto, según "SEMANA", ya se ha hecho la última prueba de paternidad y Sacha es hijo de Borja. ¡Qué peso se me quita de encima, que tenía yo una desazón...!

P.D. No te pierdas el último hit de mi prima. Puedes verlo en: http://es.youtube.com/watch?v=-BwZfmJYJZg

¡¡¡Cuchi, cuchi!!

Anónimo dijo...

Pa que decir mas; sobre todo cuando no puedo poner acentos ni puntos/ plas plas plas