miércoles, 5 de diciembre de 2018

LA VIDA IMAGINADA

PUBLICADA EL MARTES 4 DE DICIEMBRE DE 2018

La vida no es nunca lo que te imaginas. La vida imaginada es la que planeas cuando te acuestas, la vida real es a la que te enfrentas cuando te levantas. Tumbada en la cama inventas conversaciones en las que desbaratas al enemigo con tu verbo ingenioso, diseñas escenarios en los que dominas la situación y fantaseas con momentos que jamás se van a producir; de pie, una se adapta a lo que hay. La vida soñada es el vestido monísimo que pides por Aliexpress, y la real es el trapillo chino que te encuentras al abrir la caja. La vida es muy puta, a veces, y muy maravillosa, también a veces. Y, mientras tú estás encerrada intentando con todas tus fuerzas que lo que imaginas coincida con lo que sueñas, la vida es lo que sigue ocurriendo a tu alrededor.

Me metí en mi período de aislamiento anual con Kiko y Makoke llevando un separación civilizada y con unas encuestas que daban a Susana Díaz ganadora en las autonómicas andaluzas, y salgo con los Makokos, que dice Paz Padilla, envueltos en una guerra catódica que va a ser más larga que la de los Cien Años y con Susana tocada y hundida. A la presidenta de Andalucía se le rompió el amor de tanto usarlo, como a Makoke: mientras ellas se pensaban eternamente queridas, amadas y respetadas, los suyos les ponían los cuernos; Kiko con todo bicho viviente y los andaluces con Vox, ese partido para gente sin complejos que se sienten orgullosos de videos que parecen la cabecera de Curro Jiménez pero con música de "El señor de los anillos". Es lo que tiene cerrar los ojos y hacerte la loca y no querer ver lo que pasa a tu alrededor y vivir la vida imaginada, que la hostia de realidad que te llevas te deja seca. Es despertarse una mañana y encontrarse ladillas en los calzoncillos de Matamoros (tal cual) o los doce escaños de Vox en el parlamento andaluz. Si Kiko llegaba a los puticlubs en cochazo y los de Podemos en bici al Congreso, los de Vox llegarán a caballo, como los jinetes del Apocalipsis. Y de loden verde caqui, que es lo peor. Al final, siempre acabamos improvisando sobre la marcha. Me veo a Susana Díaz contando sus cuernos en un "Poli DeLuxe". Para lo que hemos quedado, amiga. 

2 comentarios:

Antonio Meroño dijo...

Los de Vox son mucho españoles, sí...lo que nos faltaba..en fin..FELIZ NAVIDAD....

Rosa Palo dijo...

Feliz Navidad! :)