miércoles, 15 de enero de 2014

Vapear


PUBLICADO EL MARTES 14 DE ENERO DE 2014 EN LA VERDAD

 “¡Deja de fumar y ponte a vapear!”, escucho en la radio con la legaña todavía puesta. Así, con exclamaciones y a traición, que no me he echado al coleto ni un café y ya me están provocando el primer parraque del día. “Vapear”, qué palabra más feísima. No sé yo quién habrá sido el creativo al que se le ha ocurrido, pero me da que si Lázaro Carreter levantara la cabeza no metía el dardo en la palabra sino en el ojo del listo que se lo ha inventado. ¿Ahora vamos a cantar “Vapear es un placer genial, sensuaaaaal” pegando la lengua al paladar? ¿O a decir “Amparo, vapéate un porro”? Poz no.

Pero no sé de qué me extraña, porque después del café descafeinado, la Coca-Cola light, la leche desnatada y la cerveza sin alcohol, tenían que llegar los cigarrillos sin tabaco. Y han llegado arrasando, que sales a la calle y te encuentras con más tiendas de cigarrillos electrónicos que de cupcakes, esas magdalenas pijas que bendice Tamara Falcó convencida de que si dice un Ave María antes de comérselas no engordan: hija, ni rezando tres rosarios seguidos acaba una con esas bombas hipercalóricas. Y así, casi sin darnos cuenta, hemos pasado del humo al vapor, de ser chimeneas a parecer locomotoras. A cambio usted ya elige si al cigarrillo le pone aroma a tabaco, frutas del bosque, papaya, caramelos o whisky de malta, que mira tú por dónde estoy yo por comprarme uno y dejar de fumar y de comer al mismo tiempo: cuando apriete la gazuza me echo un liquidito con sabor a cocido de pava con pelotas y mato dos pájaros de un tiro. Y cuando saquen uno con regusto a Ewan McGregor, ni les cuento: voy a estar todo el día paveando, digo, vapeando.

Hablando de hombretones, ayer mi santo dejó de fumar. A lo vivo, sin cigarrillos electrónicos ni ná de ná. Puro macho. El único problema es que para mejorar su salud va a empeorar la de nuestro matrimonio, que el tío se pone insoportable cada vez que lo deja. Así que salgo un momentico a por una caja de Orfidal para mí y a por medio kilo de regaliz de palo para él, que nos esperan tiempos difíciles. Y a por tabaco, que escribiendo la columna me he fumado lo que me quedaba.

5 comentarios:

TITOS ABUELOS AND MONAS dijo...

Ja, ja, ja. Yo he sido víctima del vapeo: un día no pude resistirlo y me compre un e-cigar de esos. Más chulo el aparato! Con su cargador con puerto USB y todo. Pero vapear he vapeado poco, la verdad. Al final prefiero fumar, aunque debería dejarlo, como su Santo, al que deseo los mayores éxitos en esta cruzada.

Rosa Palo dijo...

¡Ole ahí los cuñaos guapos y con sentido del humor! Y mi santo lo lleva bastante bien (de momento). Besicos ;)

P.D. Lo del puerto USB es de coña, ¿no?

Rosa Palo dijo...

¡Ole ahí los cuñaos guapos y con sentido del humor! Y mi santo lo lleva bastante bien (de momento). Besicos ;)

P.D. Lo del puerto USB es de coña, ¿no?

TITOS ABUELOS AND MONAS dijo...

De coña nada, que lo puedo cargar con el ordenador y todo.

Hong Kong Blues dijo...

Jajaja. Vuelvo a leerla después de tantos días y me confirma que hacerlo es más placentero que un cigarrillo. Al menos de los normales. De los que saben a Ewan no sé.
Repasaba su post y me veía la imagen de la leche sin lactosa. No sé qué pensará usted, pero después de los Gobiernos desgobernados, me parece la cosa más absurda del Universo. Bueno, Tamara tampoco se queda muy atrás.
La Adoro. ¡Besos!