miércoles, 13 de febrero de 2013

Orientación laboral


PUBLICADO EL 12 DE FEBRERO DE 2013 EN LA VERDAD

Mi amiga N., periodista en paro, acude al SEF a su cita con la orientadora laboral. La señora le pide el DNI, mete los datos en el ordenador, le da a INTRO y se queda traspuesta: “¡¿Herrero?! ¡¿Tú has trabajado de herrero?!”. “No, señora, Herrero es mi apellido”. Como verán, aquí la única que necesita orientación laboral es la orientadora: no quiero ni pensar en qué hubiera pasado si mi amiga se llega a apellidar Braga Palomino. O Ponte Alegre, que también existe. Y así nos va la cosa.

Claro que, toda la culpa la tiene N. A quién se le ocurre estudiar Periodismo en vez de hacer caso a las palabras de Wert, el ministro que recomienda a los estudiantes de secundaria que se olviden de las carreras con poca salida profesional y se matriculen en las que les aseguren que no acabarán engrosando las listas del paro. Eso ya no te lo dice ni tu padre cuando le sueltas que vas a estudiar Bellas Artes, porque hasta él sabe que hoy, estudies lo que estudies, acabarás sentado frente a una orientadora desorientada. ¿Y cómo decides qué carrera tiene salida profesional, si algunas no sabes ni lo que son? ¿Qué es Nanociencia y Nanotecnología? ¿El estudio de los hobbits? ¿Y de verdad hace falta hacer un grado de Técnico Superior en Animación Turística para poner a los abuelos a hacer aquagym en la piscina del hotel? Si a las distribuidoras de Avon van a acabar pidiéndoles un título de Técnico Superior en Asesoría de Imagen Personal, a las del Tuppersex no me atrevo ni a pensarlo.

Yo también he ido esta mañana al SEF, que una tiene sus aspiraciones y no quiere estar toda la vida escribiendo chuminás. Me ha tenido que tocar la misma orientadora que a N., porque tras una exhaustiva entrevista me ha dicho que como lo único que sé hacer es pintarme la raya del ojo estupendamente, tengo mucho futuro en el campo de la estética, así que me ha apuntado a un curso de Depilación Mecánica y Técnicas Complementarias: lo que viene siendo hacer la cera, vamos. Y como me diga Wert que eso no tiene salida, le hago las ingles brasileñas. De paso he matriculado a mi santo en un Ciclo Formativo Superior en Poner Lavadoras. Está por el Tema 1: “Los calcetines no van solos al cuarto de las pilas”. A ver si aprueba.

3 comentarios:

Hong Kong Blues dijo...

Debo de ser un sentimental. Sólo con leer que alguien quiere estudiar algo en esta tierra nuestra me emociono.
Que no se entere Ana Rosa, por cierto.
¡BESOS!

Rosa Palo dijo...

Perdone por contestarle tan tarde, pero es que tengo lío del bueno. Es que como me he puesto a estudiar...

Piticli aún se acuerda en la lista de nombres graciosos de María Mier de Cilla (¡palabra!) dijo...

Yo defiendo el derecho a estudiar lo que te guste, que luego ya vendrá la vida o la troika a decidir por ti. Lo dice un menda que estudió lo que quiso su madre en contra de lo que le hubiese gustado... um... terrible ejemplo, soy.