martes, 1 de marzo de 2011

Crónica de sofá

No, no fui a los Oscar. Después de asistir a los Goya lo más lógico es que ustedes piensen que estaba en pleno jet-lag tras volver de L.A. Pero yo ya estoy muy mayor para vuelos transoceánicos y, ante la posibilidad de que me diera una trombosis en una pierna tras pasar 10 horas encogida en un asiento (además, al vestido aún no le han podido quitar las manchas de morcilla con manzana), preferí quedarme en casa y ver el resumen de Canal + (sí, también estoy mayor para estar todo el domingo por la noche en vela). Así que aquí va una crónica de sofá, negritas y cigarrillos.

That's the difference. ¿Cuál es la diferencia entre una mujer y una estrella? Que las mujeres sudan y las estrellas no: la danesa Susanne Bier, directora de In a better world subió a recoger su Oscar con unas manchas sobaqueras que ni Camacho en el Mundial de Corea. Pobretica: cada vez que se siente a ver el video en su sofá hecho con piezas de Lego se arrepentirá de no haberse puesto botox en las axilas.

A partir de una cierta edad, hay que ponerse una manguita. El famoso consejo de mi madrina llegó a oídos de Melissa Leo, Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por The fighter, que afortunadamente llevaba una manguita para tapar La Molla. Y digo afortunadamente porque cuando le pidió a Kirk Douglas que le pellizcara, Mr. Douglas levantó al menos 3 cm de piel pellejúa del brazo de Leo. Sólo por darse cuenta de que si recogía el Oscar con un palabra de honor recordaría el vaivén de La Molla toda su vida, ya merece el premio.

Ellas envejecen (se operan) mejor. Y si no que se lo digan al citado Kirk Douglas (que da miedo) y a Warren Beatty (que da pavor). Las famosas yemas de los dedos de Beatty en las que Woody Allen quería reencarnarse deben de estar tan arrugadas que Grissom se tiene que volver loco cuando intente meter sus huellas dactilares en la base de datos.

Uoh uoh, las chonis, uoh uoh... No seré yo quien critique a Penélope Cruz por aparecer en los Oscar recién parida (imagínense, medio mundo examinándote para ver si estás hecha una vacaburra, si has recuperado el tipo, si aprovecharon la epidural para hacerte una liposucción....), pero para mí que iba pelín ordinaria (ah, pues sí que la critico, sí), al igual que Scarlett Johanson y Jennifer Lawrence, con el bañador de Pamela Anderson en versión extra-large. Si una es tan, tan guapa ¿para qué resaltar lo evidente? Claro que es una valoración meramente femenina; ante mi comentario de que Pe llevaba un look de poligonera puesta en cumplir, mi marido soltó un expresivo: "¡¡¡Qué va, qué dices!!!"

La veteranía es un grado. Afortunadamente nadie llegó al nivel de Karra Elejalde en los Goya; los mejores agradecimientos vinieron del más que veterano guionista de El discurso del rey, primer Oscar para su primera nominación ("Mi padre siempre dijo que tardaría en tener éxito") y de Randy Newman, dos Oscar y 20 ¡20! nominaciones ("En la comida de los nominados ya debería existir un plato llamado "pollo a lo Randy Newman"). El resto, lo de siempre: familia, amigos, representantes y productores, aunque la más agradecida fue Natalie Portman, que se acordó de cámaras, maquilladores, peluqueros... esta sí que sabe que a los que mejor que hay que tratar en un rodaje es a los que van a conseguir que aparezcas guapísima.

Y hablando de Natalie. Adoro a la Portman desde que la vi en León. El profesional. Ni el peinado ni el traje de Rodarte sacaban todo el partido posible a la belleza serena de la Portman, que diría ¡HOLA! Y, citando a Pumares (rescatado para Sálvame) "¿cómo puede una quedarse preñada ¡¡¡¡de su coreógrafo!!!!?"

Anne Hathaway. Ya saben que en casa consideramos Princesa por sorpresa (1 y 2) como una de las obras cumbres de ese subgénero norteamericano llamado "realezas centroeuropeas inventadas", y que idolatramos tanto a la Hathaway como a su enorme boca, así que un 10 para las dos. Estupenda la intervención de su madre el principio de la gala: "Anne, endereza tu espalda, que está ahí el señor Spielberg".

Christian Bale as Bárbara Rey en el Interviú del 75.
Christian Bale, Oscar al Mejor Actor de Reparto por The fighter, todo de negro negrísimo, incluido el pelo, menos su barba pelirroja. En el aire dejo la pregunta.

Entourage. Viendo cómo las estrellas agradecen su premio a sus agentes no puedo evitar acordarme de El séquito (Entourage) todo el rato, el retrato más descarnado y machista de Hollywood que uno pueda imaginarse. Y lo que más me gusta de los actores norteamericanos es que, a pesar de lo melindres que son para unas cosas, no tienen reparos en reírse de ellos mismos: Aaron Sorkin, ganador del Oscar al Mejor Guión Adaptado por La red social y padre de las mejores series de televisión de la historia (El Ala Oeste de la Casa Blanca y Studio 60 on the Sunset Strip) es una aparición frecuente en la serie, al igual que Bob Saget y John Stamos, de Padres forzosos (¿recuerdan cuando las gemelas Olsen aún no tenían pinta de entrar en "Proyecto Hombre" fin de semana sí, fin de semana también?), que aparecen como dos estúpidos integrales, Michael Madsen, en una clínica de rehabilitación (como la vida misma), Scorsese, Gus Van Sant, Matt Damon... vamos, más cameos que en Torrente 4.

Colin, oh, Colin. Cuando vi a Colin Firth en Valmont, mi admiración por el también recién descubierto John Malcovich quedó reducida a cenizas. Y a pesar de que hay que estar muy, pero que muy orgullosos de la nominación a Bardem por un papel en español, en el fondo de mi corazón quería el Oscar para Colin Firth. Será por la influencia de Enyd Blyton y las galletas de jengibre, pero mi querencia por los británicos es visceral: Jude Law, Ewan Macgregor, Jeremy Irons... los australianos son más de aquí te pillo, aquí te mato (a ver si me mata un día Hugh Jackman), y los americanos... bueno, los americanos son eso, americanos. Pero donde esté Mr. Firth con su smoking de Tom Ford... hasta su mujer le hace juego, una italiana con un estilazo que pa qué.

Hooper, Tom. No sólo gana un Oscar antes de cumplir los 40, sino que anteriormente había dirigido la estupenda The Damned United, protagonizada por Michael Sheen, que se ha especializado en interpretar a Tony Blair (véase The Queen o Una relación especial), y la sexta temporada de Principal Sospechoso, la serie de Helen Mirren que no me canso de recomendar. Y eso lo explica todo.

La lista. En serio ¿para qué quieren que haga una lista de las mejor y las peor vestidas? Desde mi experiencia como asistenta (a entregas de premios, claro) les digo que es dificilísimo saber qué ponerse en una noche así, por lo que entiendo perfectamente las preocupaciones de mis compañeras. Maravillosos los modelazos que la Hathaway lució en la gala: entró con dos Valentino, el que llevaba puesto y el que llevaba colgado del brazo, y a continuación y por orden, Givenchy, Lanvin, Versace, Oscar de la Renta, Viviene Westwood, Armani Privé y Tom Ford (el sueño de Jorge Javier Vázquez hecho realidad, que quería presentar Sorpresa, Sorpresa para poder cambiar de vestuario tantas veces como la Gemio). Y el mejor, el fantástico y polémico Givenchy de Cate Blanchett.

Pues se acabó lo que se daba. Y les aviso: estoy estudiando inglés, a ver si mejoro ese peculiar acento que tengo entre Pedro Almodóvar y Chiquito de la Calzada (mi profesora dice que le suena a tejano, yo creo que es que no ha oído a Chiquito decir "A güán, a peich, agromenáuer"). Por si los Oscar.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estoy absolutamente de acuerdo con usted, selora Palo. Siempre he dicho que Penélope Cruz, tenia pinta de ser la cajera más guapa de todo el supermercado. Es ahora, después de ser madre, cuando relajada total, le ha salido el pelo de la dehesa. Lo importante es ser madre (of course), el look me la trae al pairo, y claro la muchacha mira "pá" Alcobendas.
A sus pies señora Palo

Rosa Palo dijo...

Señor/a Anónimo/a: le agradezco su comentario, pero le agradecería aún más que se identificase. Me siento en inferioridad de condiciones.
Y a mí también se me veía el pelo de la dehesa en los Goya, pero logré ocultarlo bajo mi vestido (hasta que me lo manché, claro).

Piticli dixit dijo...

Estupenda crónica (creo que patentaré esta expresión tan poco usada).
Natalie Portman (la Nati), siempre ha sido increíble (a mis ojos míopes e inexpertos), pero es que evoluciona a más... tanto que nos fagocitará a todos (¡y tan contentos!).
Y totalmente de acuerdo en el tema Pe... choni de manual, con lo que guapérrima que consigue aparecer siempre.
Lo de "la Hathaway"... me ha pillado usted por sorpresa y con la guardia bajada. Tendré que hacer investigación de campo en el terreno de las realezas europeas inventadas como subgénero hollywoodiense (supongo que va justo después del de "vente pa' Europa John y Europa es París).

Hong Kong Blues dijo...

JAJAJAJAJAJA
YOU BITCH! -para cuando haya llegado a este tema en las clases de inglés espero que no me haya retirado la palabra-.
Me he descojonado con su crónica. ¡Qué acertada! ¡Qué certera! ¡Qué gravidez tan mesurada! Uy, que se me va.
Sólo puedo suscribir TODO lo que usted ha escrito (menos lo de los americanos, por quiénes siento pasión).
En cuanto al vestido de Pe... yo lo veo muy oportuno para servir copas en Las Vegas. Me duele decir esto pero... más le habría valido pedirle prestado a La Esteban el que usó para dar las Campanadas.

En fin, vaya apremiando a la tintorería para que tengan listo su traje (del inglés no se preocupe, que allí todo el mundo habla español, y si no con sonreír basta) porque en breve nos iremos USTED Y YO a los OSCAR. Y si no al tiempo.
Un beso enorme.

Rosa Palo dijo...

Querido Piticli, lo de las "realezas centroeuropeas inventadas" es un clásico: desde "Vacaciones en Roma" (¿de qué país era princesa Audrey Hepburn?) hasta esa grandísima película que es "Princesa por sorpresa", donde Julie Andrews es reina de ¡Genovia! (intente situarlo en el mapa). Los de Hollywood sí que aumentado el número de países centroeuropeos, y no la caída de ela URSS. Un beso. Y sí, Natalie Portman se nos comerá a todos.

Rosa Palo dijo...

Madre mía, Mr. Kong, usted y yo a los Oscar! No le cuento la bronca que me echó ayer mi queridísimo esposo cuando llegó la factura de la tarjeta de El Corte Inglés. Si nos vamos a los Oscar tengo que rehipotecar la casa. Pero todo sea por la causa: yo seguiré estudiando inglés mientras usted intenta conseguir entradas para el Kodak Theatre; el medio por el que lo logre (chantaje, soborno, asesinato..) es lo de menos. Declararé a su favor.

Anónimo dijo...

Como siempre genial, Señora Palo. Consigue que me interese por la crítica social, por la cual nunca me había preocupado. En cuanto a las chicas, la Portman (me gusta que su apellido sea tan geográficamente cercano a Cartagena, aunque sin acento en la a)como siempre maravillosa. Desde que la vi en Star War, la amenaza fantasma, me prendé. Johansson, sin palabras, como nos pasa a todos mis amigos cuando la vemos en alguna peli o fotografía (a mi especialmente con ella y con Leonor Watling, y a las dos me las ha criticado alguna vez usted). Y en cuanto a Pe, como he leido por ahí, la definición es "poligonera", le viene como anillo al dedo, aunque hay cosas que a veces se pueden aprender, aunque la fama cuesta.

Rosa Palo dijo...

Mi querido Sergio, me alegro de que se haya despertado su interés por la crónica social: ya sólo le queda ver "Sálvame" para convertirse en el lector perfecto de estos posts.
Y no se equivoque: adoro y envidio a partes iguales a la Johansson, a Pe y a la Watling, lo único es que a veces, ellas también se equivocan en la elección del vestuario, algo que las convierte en humanas.
Por cierto, estoy encantada de ver que repite, aunque ya le aviso que el tema cinematográfico se está acabando y que voy a tener que hincarle el diente al ¡HOLA! de nuevo.

yesabena dijo...

...veo que criticar a la reina de las fiestas de alcobendas no es echarse piedras sobre su tejado...claro! como eran los oscars...no la entiendo rosapalodeluxe.