jueves, 15 de abril de 2010

La gorda interior

Y Gloria Serra adelgazó y dejó a Jordi, claro. Es una ley no escrita: cuando uno adelgaza, se divorcia. Conozco varios (muchos, demasiados) casos en los que ellos empiezan a adelgazar al estilo del increíble hombre menguante y al final el nuevo cuerpo se lo lleva otra. Esta vez ha sido ella la que ha dejado plantado a Jordi, y Antena 3 disfrutará de Gloria con tres tallas menos. Pero si Gloria Serra sufre ahora al desayunar un biscote integral con un zumo de pomelo, no les cuento cuando se tenga que merendar las audiencias de Antena 3. Ella, que se pegaba un atracón con las de "La Noria" mojadas en café con leche. Pero Gloria es una valiente: por embarcarse en las tardes de Antena 3, que es como subir al Titanic y, por supuesto, por hacer dieta.

Todos llevamos un gordo dentro (menos Imanol Arias; su gordo se lo comió Juan Echanove) que se va incubando durante las Navidades y que eclosiona en verano. ¿Todos? Todos no: existe una raza superior a la que su físico ha convertido en modelos y que, llevada por una falsa culpabilidad, intenta solidarizarse con el resto diciéndonos aquello de "en el colegio lo pasé muy mal porque me decían jirafa". ¿Jirafa? ¿Es peor "jirafa" que "vaca"? A lo mejor en la India sí, pero en el sistema de castas escolar no, desde luego. Me dan ganas ganas de abrirles la boca con un embudo y vaciarles la nevera de Falete. Ese intento que tienen las tipas delgadísimas de pagar su deuda genética con la sociedad (todos los genes buenos se los llevaron ellas) hablándonos de su sufrimiento adolescente es tan lamentable como decir que los ricos también lloran o que la suerte de la fea la guapa la desea. Los refranes son un fraude. Y mi gorda interior se monda con ellos.

La gorda interior nos acecha siempre, pero sólo las que hemos luchado contra ellas de pequeñas conocemos el método para obligarla a replegarse: en cuanto asoma la nariz, dieta que te crió. La mía lleva una temporada dándome un respiro, pero yo sé que está ahí, invernando, acechando, esperando cualquier momento para salir. Es una presencia inquietante, que suele manifestarse los lunes por la mañana y que hará su aparición estelar en cuanto comience a probarme bikinis. "¿Bikini?", me dirá. "¿Y de color turquesa? ¿No sería mejor un bañador negro con pareo a juego?". Y la lucha volverá. Mi gorda interior es una psicópata, la tía.

Por cierto, mi marido se ha puesto a dieta. No sé si empezar a preocuparme.

16 comentarios:

Anonimico dijo...

Será que tu marido quiera ponerse al mismo nivel de Belleza y figura que usted

Carmona Dixit dijo...

Los hay que, zampándose ocho platos de fabada de una sentada, no engordan ni un gramo. Eterna envidia, vale. Pero las modelos, no sé yo: cada vez que se cuela una cámara en el backstage se las ve con una manzana esmirriá o encadenando un cigarrillo con otro (¡Y SIN CUBATA!).

Mi gorda interior se hace la longui y prefiere pensar en la Operación Lorza, que viene a caer más o menos por octubre.

Rosa Palo dijo...

Será, anonimico, será.

Carmona, prefiero pasar hambre vestida de Chanel y viajando de acá para allá que pasar hambre de mercadillo y metida en mi casa. En cualquier caso podemos irnos a comer su gorda, la mía, usted y yo.

Carmona Dixit dijo...

Pues tiene usté razón, para qué engañarnos. Estas injusticias -equidad en el reparto de grasas, trapos y millas aéreas- se nos olvidan en cuanto vayamos a comer las cuatro. Cuando usted guste.

Hong Kong Blues dijo...

Nunca pensé que nadie se atreviera siquiera a imaginar la escena del "vaciado de la nevera Faleteña en boca ajena". Es usted de traca.
Claro que entiendo que el tema la afecte. Ése y la calvicie para mí son tabú. Y eso que yo desde pequeño he parecido más un somalí que una vaca. Pero claro, al igual que los somalís, a la mínima todo se hincha en el mismo sitio. No, no piense mal. Es la barriga.
La adoro.

Rosa Palo dijo...

No se preocupe, Mr. Kong: las ostras no engordan y el champan se mea estupendamente. Además, estoy convencida de que su gordo interior jamás saldrá a relucir; en cuanto asome la nariz y vea los PANTALONES BOMBACHOS comprenderá ipso facto que su reino no es de este mundo.

¿Rezó en la tumba de Grace KellY?

smart dijo...

ole ole ole. Este Anonimico sí que sabe.
¿Cómo se le queda el cuerpo serrano?

Anónimo dijo...

No me gusta competir con mi gorda interior, la dejo a su libre albedrío cuando ahorre un poco menos,porque ahora estoy guardando mucho mas, le regalaré unas sesiones de cavitación.
Por prescripcion médica ni hago dieta ni dejo de fumar.

Rosa Palo dijo...

Smart, Anonimico ha perdido ya 3 kilos. Olé.

Mi querida RM Daebi, le hago extensiva la invitación para comer con nuestra gordas. Pero antes, dígame: ¿qué es la cavitación?

Cayetana Altovoltaje dijo...

Me sumo a Mr. Kong Blues en las alabanzas profusas a la mente que da lugar a imágenes tan lisérgicas como la del frigorífico-embudo-boca-falete. Jesús del Pozo. If I may ask, ¿dónde se celebrará la convención gastronómica de gordas interiores? Porque yo tengo dos, y las dos me comen divinamente. Mapuntaría, vamos.

Lajarín dijo...

Bueno Rosa, mientras la gorda sea interior disfruta...

hehehe...

saludos

Hong Kong Blues dijo...

Adorada Palo: no, ni recé ni me acerqué siquiera a la tumba de Grace. El Principado estaba TAN lleno de familias italianas con niños (creo que no hace falta que diga más) que trás asistir a la exposición de Damien Hirst tomamos de nuevo el coche y nos largamos a toda velocidad a S. Jean Cap Ferrat.
Un@s no pueden controlar al gordo interior, y otr@s al snob, jaja.
¡Besos!

Anónimo dijo...

Liposucción sin cirugía.
Así que .....
A cavitarrrrrrr

Rosa Palo dijo...

Lajarín, cuánto tiempo! Pues sí, lleva usted razón: mientras la gorda sea interior, no pasa nada.

Querida Cayetana, estamos buscando un sitio donde quepamos todas. He pedido precio en el Circo Price, a ver si allí cabemos. En cuanto tenga el tema cerrado, la aviso.

Estimado sr. Kong: MUY MAL. Si uno pasa por Mónaco ha de ir a la catedral a rezar por el alma de Su Alteza Serenísima. Yo lo hice y dejé testimonio gráfico (pero como fue en la era predigital, ahora no encuentro la foto). Espero que en su periplo museístico no robara ningún diamante de la calavera de Hirst, que usted ve un brillo y se pone hecho una urraca.

Daebi, gracias por la información. Creo que mi gorda y yo también tendremos que cavitarnos este año.

Joserra busca su sitio dijo...

Hola Rosa!
Pues mi gordo interior y yo estamos ahora enfadados, porque le tengo esclavizado y en el anonimato. La culpa de su hiber´nación es la dieta que me ha hecho perder 21 kilos en 5 meses. El gordo interior ya no era tan interior y había claras muestras de su horrible figura. En 104 kilos estaba y bajando....
La mejor dieta del mundo.... es que te dejen. Cuanta razón tiene usté!!

Rosa Palo dijo...

Joserra, es cierto: es una dieta dura pero efectiva. Por eso es mejor pasarse a la comida finlandesa, tan ligera ella. A ver si vuelve pronto por aquí. Un besico.