viernes, 24 de junio de 2011

La boda fantasma

Ustedes sabrán que Luis Rollán se ha casado con un señor llamado Alejo. Ah, ¿que han leído el ¡HOLA!? Entonces lo que sabrán es que Pantoja se ha ido de boda. ¿De quién? Ni idea, porque tras 8 páginas y 20 fotos, el resultado es Luis Rollán: 2 – Pantoja: 9. ¿Y el otro novio? Pues Alejo, El Hombre Que Nunca Estuvo Allí, aparece en una sola foto (de grupo, por supuesto, que así se nota menos). Ni una imagen de los recién casados mirándose tiernamente, ni de la ceremonia, ni una frase tipo “Luis Rollán y su flamante marido” (de la palabra “matrimonio” ni hablamos). Sólo he encontrado una foto de los novios solitos y juntos en la edición digital, porque en la impresa nada. Nasti de plasti.

Me imagino que estoy equivocada y que prácticamente no se hace referencia a la boda entre Luis y Alejo porque lo que interesa es la vuelta de Pantoja a la vida social, ahora que ha sido remasterizada por DJ Kiko, y que, además, una boda entre dos hombres no vende tanto porque no hay vestido de Rosa Clará que llevarse a la boca. Pero la Pantoja estaba en una boda, no en una reunión de Tupperware. Y en todas las bodas hay dos novios. En todas menos en ésta.

En ¡HOLA! son los reyes del eufemismo: "liados” equivale a "felices y enamorados, "madre soltera" a "afronta en solitario su maternidad" y "separados" a "ponen fin a su historia de amor". Y, por supuesto, las relaciones homosexuales han sido siempre “una entrañable amistad”. Pero como todavía no han encontrado la forma de contar que se han casado dos tíos sin que a buena parte de sus lectores les de una apoplejía, pues directamente obvian el tema todo lo posible. Y chimpún. Por lo visto a ¡HOLA! le ocurre lo mismo que a Luis Navarro-Valls, que afirma que “la sociedad está cansada de matrimonios extraños”. Y lleva razón: yo también encuentro raro el matrimonio entre Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock. Y mi hijo ni les cuento, porque viendo la boda de Alaska & Mario me preguntaba si Alaska estaba ya embarazada (el pobre se cree que te casas y, automáticamente, te quedas preñada). Apunta maneras como tertuliano de Intereconomía.

Total, que encima se monta el pollo con el tema de la exclusiva (esto ya no lo cuento, los interesados pueden seguir la mini-serie en Tele 5): Rollán tan contento porque era un honor protagonizar la primera boda gay que sale en ¡HOLA! para que luego ¡HOLA! le aplique el doblaje de Mogambo. Entre unas cosas y otras, al pobre muchacho le están amargando la luna de miel en Cerdeña: no quiero ni pensar qué grado de moreno va a traer; cuando vuelva, además de gay, va a parecer una boda interracial. Y por ahí sí que el ¡HOLA! no pasa.

viernes, 17 de junio de 2011

El Pantojazo

Aún tengo en la retina el pantojazo de ayer. Y eso que Paz Padilla lo había sugerido por la tarde en Sálvame (soy incapaz de reproducir fonéticamente a Padilla cuando se pone seria, pero lo anunció), aunque yo, mujer de poca fe, no era capaz de creer que Pantoja iba a asomar el morro, los brillos y las patillas por Tele 5. Y lo hizo. Y se produjo la auténtica conjunción planetaria de la que hablaba Pajín que, como todo buen profeta, se equivocó de fecha y de personajes. Y llegó el Armageddon, el Apocalipsis, el mineralismo arrabaliano y la final del mundo.

Los tertulianos de Sálvame ya llevaban tiempo planeando este encuentro intergaláctico; como sabían que era posible que se produjera allanaron el camino mandándoles mensajes: tanto la carta de Mila en su blog alabando a Kiko en Supervivientes como el arrepentimiento público de J. J. por haberla masacrado en el Tomate fueron ondas lanzadas al espacio exterior para que el planeta Pantoja supiera que Tele 5 estaba preparada para un encuentro en la tercera fase. Y Pantoja emitió la primera señal de vida inteligente llamando a su hijo para darle ánimos. A partir de ahí, los radares de Fuencarral se volvieron locos.

Y, reconozcámoslo: como madre del género (de madres va la cosa, sí) Tele 5 es la cadena que mejor lo hace. Pantoja sale de casa y se mete en la limusina, J. J. va contando los minutos que faltan para que llegue, imágenes desde el interior del coche con suspiros incluidos, llegada al plató y entrevista en un aparte con J. J. (¡acabaron cogidicos de la mano!) mientras sobre la mesa reposaba el ramo de rosas rojas que Vasile le había enviado con una nota que decía "Por fin", entrada apoteósica de El Artista Antes Conocido Como Paquirrín, se abre el pantallón y aparece Ella, abrazo con el maquillaje de Juan Pedro esturreado por la camisa de Kiko incluido. Apoteosis.

Kiko ha subido a su madre a los altares: si ya lo hizo inconscientemente cuando lo sacó a cantar en su primer concierto tras la muerte de Paquirri, ahora lo ha vuelto a hacer. Le ha proporcionado a Isa P. el mayor y mejor lavado de imagen que se recuerda. Y todos lo han hecho de maravilla: Pantoja Madre Por Encima De Todo ("Te quiero, te quiero", "Soy Isabel Pantoja, pero hoy vengo aquí como madre"), artista (le cantó a Jorge Javier una de sus canciones favoritas), estrella y dueña del cotarro (antes de cantar pidió un foco blanco que la iluminara a ella sola), picaruela (comentarios acerca de lo bien dotado que estaba Kiko -¡¡¿¿??!!- y frase a dúo "no serás mujer completa hasta que un negro te la meta" -¡¡¡¡¿¿¿¿????!!!!- ), emocionada (se tapaba la cara en un gesto de niña zangolotina), viuda de España (recuerdo con lágrima a Paquirri)... todo un despliegue de gestos, muecas y coqueterías pantojiles que abdujeron a media España. Un 27% de audiencia (les dejo el momentazo). Vasile tiene que haber sacrificado un cordero para dar gracias. Mientras, TT mundial en Twitter con comentarios tipo "Pantoja no se va Supervivientes porque le crece la barba". Grandioso.

Y ahora, a aguantar el post-pantojazo. Yo, por mi parte, que ya tengo unos años (estoy mona pero mayor, ya saben), no pensé que fuera a vivir este momento. A partir de ahora, vuelvo a creer en Dios. O en Vasile, que viene a ser lo mismo.

jueves, 16 de junio de 2011

Tritón Man y el Chico Percebe

X-Men: Primera Generación es la mejor excusa para saltarse la dieta en plena operación bikini: palomitas y Coca-Cola para conocer las respuestas a las principales cuestiones que plantea la saga (cómo surge y porqué acaba la amistad entre Magneto y Charles Xavier, la formación de los X-Men, el nacimiento de la escuela de mutantes...), y todo ello enmarcado dentro de la crisis de los misiles de Cuba a principios de los 60, algo que proporciona a la película un regusto vintage muy de agradecer. En esta precuela de X-Men January Jones tiene tetas (en Mad Men, con su look Grace Kelly deprimida, va siempre muy recatada), Jennifer Lawrence tiene muslamen y Michael Fassbender... ay, Fassbender tiene de tó. Que tiemblen Crowe, Cloony, Craig y demás machos del star-system, porque Fassbender ha llegado para quedarse.

La cuestión mutante es un tema que merece ensayo y reflexión: la aceptación de la diferencia en uno mismo, el rechazo de esa diferencia por parte de los demás, la convivencia entre mutantes y no mutantes... Y no, no crean que estas cuestiones les son ajenas, porque en el mundo real estamos rodeados de mutantes (plásticos, que no genéticos): ¿o me dirán que lo de Kalina de Bulgaria es normal? Por eso yo veo protagonizando X-Men: Generación Final, con la escuela del profesor Xavier reconvertida en geriátrico y junto a Triton Man y el Chico Percebe, a Ana Obregón con su look total Wonder Woman y a Tita Thyssen como La Mujer Elástica (¿hasta dónde podrá estirar su piel sin romperla?), y a Latoya Jackson y Lara Dibildos haciendo un cameo. La escuela la dirigiría Mickey Rourke, y Sylvester Stallone y Arturo Fernández interpretarían a los jefes de estudios. Una fantástica coproducción dirigida por el mismísimo Dr. Zelicovich. Ehh... vaya, lo siento: intento hacer una crítica de una película y se me va la tecla. Volvamos al tema.

A destacar:
- la mini-aparición divertidísima y celebradísima (especialmente por servidora) de Hugh Jackman;
- Álex González, ex de Chenoa y actual novio de Mo, que no abre la boca en toda la peli (si la abriera sería para cantar "pavo real, uuuuhhh, pavo real, uuuuhhh" cada vez que lanza un tornado, porque lleva un pelo que parece el mismísimo Puma recién teñido)
- las escenas de localización de otros mutantes y de la instrucción en la escuela
- Zoe Kravitz, hija de Lenny Kravitz y de la guapísima Lisa Bonet (¿la recuerdan como la hija mayor en "La hora de Bill Cosby"?), que esperemos que tenga mejor suerte en su carrera que su madre, cuya última aparición destacable que yo recuerde fue en High Fidelity;
- que afortunadamente Matthew Vaughn, director de la peli, no le haya dado un papelico a su mujer Claudia Schiffer (aunque mejor le habría ido si se lo hubiera dado, porque circula el rumor de que January Jones está embarazada y él es el padre...). ¡Oh, no, ya me ha vuelto a pasar!

Pues ahora ya remato, porque no sé cómo pero acabaré uniendo el tema con la mutación genética de Tony Genil, el Increíble Hombre Menguante, que desde que se fue a la isla está ya de un chuchurrío que pa qué.

jueves, 2 de junio de 2011

Las aventuras de Mario

A star is born. Mario Vaquerizo, por obra y gracia del reality Alaska y Mario se ha convertido en Marito, eclipsando a Alaska, a Paquirrín en la Buchinger y a todo bicho viviente. Porque Mario y Alaska (Marito y Olvi desde ya) protagonizan la mejor serie de humor de la temporada gracias a El Terrat y a la MTV: los tíos son tan listos que, en lugar de escuchar las propuestas de las televisiones generalistas, donde se convertirían en carne para la picadora en dos minutos, apostaron por el canal madre y padre de todos los realities. Y nos traen una versión de Epi y Blas pasados por la túrmix del modelneo donde al fin, y como en todo buen serial que se precie, hay boda.

Y Marito es la estrella... de Levante: se toma una cerveza y se va a teñirse las canas, se toma una cerveza y se va a sus reuniones surrealistas con el cirujano ("¿de dónde te voy a sacar grasa?" le pregunta el doctor), se toma una cerveza y se va al gimnasio, se toma una cerveza y se va a pinchar (también se las toma mientras pincha)... Marito bebe más que Don Draper en un mal día.

Pero lo mejor de lo mejor es la cantidad de comentarios descacharrantes por minuto que suelta esa boca: "Olvi, que es bromi", "Entre ser ordinaria y lo siguiente hay un paso, y ése es Mariah Carey", "Está cayendo un tormentón en Aranjuez que van salir las fresas como chochos esquizofrénicos", "Yo no entiendo a Dios, cómo puedo crear estas cosas, de verdad" dice refiriéndose a una lombriz. Y su nivel de inglés merece comentario aparte: "¿Cómo se dice reloj en inglés?" "¿Reloj? Swatch". "What is your name?" le pregunta a un niño de 5 años. "My name is Paul". "Noooo, tú no te llamas Paul, te llamas Pablo". El niño cuenta en inglés: "One, two, three... fourteen". "¡Anda, si sabe contar hasta quince!" Y Olvi levanta su ceja (bueno, intuimos que lo hace, porque no tiene cejas) y lo mira, unas veces con ternura, otras con ganas de asesinarle. Y todos nos derretimos con Marito, porque Marito es la mamarracha más simpática del mundo, que cae de maravilla a las madres y a la charcutera de El Corte Inglés ("Póngame jamón york. Pero del mejor"). A Marito te lo puedes llevar hasta a un encuentro de los jóvenes con el Papa, porque acabará versionando Juntos como hermanos y hablando de Prada con Benedicto XVI. Marito es Bambi con camiseta de Los Ramones, aunque intente poner cara de malote para marcar pómulo en las fotos. El secreto de Marito es que no pretende parecer culto ni divino (tomar sidra El Gaitero en vez de Taittinger ayuda mucho); de hecho la unica pretensión de Marito es estar más delgado sin dejarse las cervezas y las cortezas de cerdo. Y ese sueño lo tenemos todos.

La serie es un no parar de secundarios de lujo (los padres y la hermana de Mario, la madre de Alaska -"Pablito, la madre de Alaska se llama América, como el país"-, Nancy Travesti) y de special guest stars: Carmen Lomana ("Voy a tomarme unas vacaciones que se me está poniendo una cara de proletaria..."), David Delfín, Amenábar (al que invitan a una burguer-party) o el gran Fabio McNamara ("Cada maricón es un mundo"). Sólo faltan Charo Baeza y Juan Gabriel y ya estamos todos.

El centro de operaciones de Olvi y Marito es su casa, fotografiada para ¡HOLA! hace ya unos años y que debe de haberle provocado a Joaquín Torres una apoplejía debido a un shock cromático: en su casa conviven el maravilloso cuadro del Sha de Persia y Farah Diba de los Costus y las pinturas de Fabio McNamara con una vitrina que más quisiera para sí la tita Asunción. Es lo mismo que les hace colaborar con Federico Jiménez Losantos: su coherencia es la incoherencia total.

Y después de ver su casa, entendemos perfectamente que los Salones Imperio fuera uno de los lugares barajados para celebrar la boda: pueden visitar su web (otros que, al igual que la Asociación de Cerveceros de España, no van a tener dinero en el mundo para pagarles la publicidad) pero las fotos no les hacen justicia. A Alaska le chiflan "sus columnas de trampantojo de mármol azul, su techo rosa, sus lámparas de cristal… y su fuente de burbujas de agua rosa". Auténtico estilo salón de té puesto por futbolista retirado a finales de los 80. Y Mario le dice al dueño "oiga, señor, cuando venga algún moderno y quiera cambiarle la decoración, usted diga que no, que esto es precioso". Yo, que soy tan influenciable, estoy por casarme de nuevo allí, eso sí, con traje de novia de Antonio Ardón y peinado de Rupert, para estar a juego.

Marito tiene ya más fans que Chita en el Planeta de los Simios. Definitivamente, quiero un Canal 24 h. de Alaska y Mario. O que den las uvas, en su defecto. Porque, definitivamente, a star is born. Bueno, lo pongo en español por si lo lee Mario: ha nacido una estrella.