PUBLICADO EL MARTES 22 DE DICIEMBRE DE 2015 EN LA VERDAD
Tan preocupados andamos todos por las
elecciones, el pactómetro de Ferreras y la estrechez de las corbatas de Albert
Rivera, que entre tanta papeleta se nos ha escapado la más gorda: Gloria Camila,
hija de Rocío Jurado y Ortega Cano, ha dado el salto al mundo de la moda como
empresaria. Eso dicho en titulares holísticos, que traducido al román paladino
es que ha puesto una tienda de ropa. Acabáramos. Que Gloria Camila, trendsetter
del chonismo poligonero, se dedique a la moda es como si Falete se nos hubiera
hecho vegano: un sinfuste, un sindiós y un sinsentido. Que lo que da miedo no
es que venda bragas, es que algún día le de por diseñarlas (o, peor, por
enseñarlas). Si todas las familias felices se parecen entre sí, las de los
famosos se parecen más aún: mucho profesor particular, mucho colegio de élite y
mucho internado suizo, pero de estos niños no hay quien que haga carrera. Ni
siquiera María Teresa Campos, que ha hecho más por colocar a los hijos de sus
amigos que el INEM: Lara Dibildos, Rocío Carrasco, la Jesulina o Alejandra Prat
han pasado por sus programas. ¿Para qué? Eso quisiera saber yo. A María Teresa
sólo le queda poner una discoteca para meter a Paquirrín de Dj residente.
Pero que entre esta muchachada no haya ni uno
con el bachillerato aprobado no influye a la hora de encontrar curro: si a las
finústicas de apellido compuesto les da por el joyerío, como Eugenia Martínez
de Irujo, diseñadora de osos, o Simoneta Gómez-Acebo, relaciones públicas de
Cartier (no va a ser de Galería del Coleccionista, que una es Grande de España),
a las longilíneas les da por hacerse estilistas y a los herederos por la
hípica, la única actividad que se puede practicar vestido de Gucci. Ahí están Cayetano
Martínez de Irujo, Carlota Casiraghi o la zarina Marta Ortega para demostrarlo.
Al trote y al galope.
Así que aquí estamos usted y yo, dándoles la
matraca a nuestros hijos con los afluentes del Ebro, las ecuaciones de segundo
grado y los versos asonantes en las rimas pares para que, al final, comprueben
que anunciando la dieta de la alcachofa se saca más perras que teniendo tres
carreras. Estos niños que han heredado todo de sus padres, menos el talento, sí
que son ingobernables, y no este país. Que también. Ferreras, pásame el pactómetro.
2 comentarios:
Usted sí que es Grande de Epppaña, Miss Palo. Muax!
Gracias, Moni :)
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