PUBLICADO EN LA VERDAD EL 29 DE ENERO DE 2013
Los columnistas somos lo que escribimos. Por
eso hay columnas rectas y columnas torcidas, con escoliosis. Hay columnas
dóricas, jónicas y corintias, según el grado de verbo florido. Hay columnas
adosadas (a una idea, a un partido, a una tendencia) y columnas aisladas. Hay
columnas de media caña y columnas de whisky on the rocks, que así salen. Hay
columnas estriadas y hay columnas fajadas, como las mías, que aún no me he
puesto a plan después de las Navidades y escribo con la Spanx puesta (los
columnistas también somos lo que comemos). Y hay columnas falsas, de cartón
piedra, de decorado de peli péplum, que se pagan a 0’16 euros la pulsación,
incluyendo espacios. Ni las de Hércules, oiga.
Sólo conozco a dos columnistas capaces de
comprarse unos Manolos con lo que ganan por artículo: Carrie Bradshaw y Amy
Martin. Casualmente, las dos son personajes de ficción. Con Bradshaw siempre me
preguntaba lo del cuplé: ¿de dónde saca, pa tanto como destaca? De Amy Martin
ya lo sabemos, y ahora su marido también lo sabe, que el muchacho no tenía ni
idea. A mi santo le pasa lo mismo: no sabe que yo soy Rosa Palo. Me ve en la
foto del periódico y me dice “Hay que ver cómo te pareces a esta tía”. Y se va
a las páginas de deportes. Ni lee la columna (mejor). Y así vamos. Si fuéramos
suecos nos quedaría todo muy intelectual, muy bergmaniano, a lo “Secretos de un
matrimonio”, pero al final aquí todo tiene un tufo a lo José Luis Moreno,
porque la historia de Amy Martin y Carlos Mulas es de Pepa y Avelino, no me
digan que no: ella quería crear un heterónimo, como hizo Pessoa, y le ha salido
un Milli Vanilli, y en lugar de aparecer en “Página 2” va a acabar en un
polígrafo del “Sálvame De Luxe”, que la coge Conchita por banda y ésta canta
hasta que tuvo roce con Matamoros; él, mientras tanto, en la inopia. ¿O no? Y
es que en este invierno de nuestro descontento donde nos están chorizando por
todos lados e incluso algunos se empalman haciéndolo, lo único que podemos agradecer
es que, al menos, lo hagan de una forma original, que lo de Suiza está ya muy
visto. Yo, por si acaso, voy a calcular a cuánto me sale la columna. Total, el
alias ya lo tengo.