PUBLICADA EN LA VERDAD EL MARTES 24 DE NOVIEMBRE DE 2015
Estoy alucinada, perpleja, apocalíptica y
desintegrada: a las alturas de campaña que estamos y aún no me ha llamado nadie
para que me presente a las elecciones. Ya ven: yo, que podría utilizar este púlpito
todos los martes para lanzar un mitin, que tengo mucho Word y tengo mucho
Perfect, y nada, ninguneadita perdida por el politiqueo patrio.
Más perplejo aún tiene que estar Juan Carlos
Monedero. A Monedero, que siempre le traiciona la razón y le domina el corazón,
ahora también le han traicionado sus mayores: su padre y Carmen Lomana se
presentan por VOX, uno como diputado y la otra como senadora. Tú al Congreso y
yo al Senado es el nuevo tú a Boston y yo a California. Monedero tiene que
estar malamente: si que VOX te levante a tu padre tiene delito, que se quede
también con tu nueva mejor amiga ya es para pellizcarse los testículos a dos
manos. Pero Lomana, que no pierde comba, sabe que ahora viste más ir de
candidata por un partido que estar en el front row de Chanel. Lo sabe Lomana y
lo saben los jueces, las socialités, los ex militares y los actores que ya han
fichado por diferentes partidos. A un tris estamos de que Belén Esteban,
después de afirmar que le daría mucha pena que Barcelona fuese independiente
(por lo visto que se independicen Tarragona, Gerona y Lérida le da igual), sea
propuesta como candidata. O que Karmele Marchante, que se declara independentista,
izquierdista, feminista y todo lo que acabe en “ista” (menos lista), de un paso
al frente envuelta en la estelada y se presente por Tortosa.
En estos tiempos confusos, la farándula se politiza
y los políticos se enfarandulan: Rivera sale tanto en la tele que la
junta directiva de Ciudadanos Valladolid ha dimitido, entre otras cosas, por la
“reiterada aparición de Albert Rivera en los medios de comunicación”. Y eso que
fue antes de que saliera en el programa de la Campos para arañar votos entre
los abuelos, los mismos que se han quedado sin viaje del Imserso y que han arruinado
las galas de Rosa Benito, la artista antes conocida como la
cuñada de Rocío Jurado. El caso es que aquí estoy yo, tan fina, tan mona, tan
intelectuala y sin un mal escaño que llevarme a la boca. Seguro que se lo
ofrecen antes a Rosa Benito. Al tiempo.
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