PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 3 DE NOVIEMBRE DE 2015
Jackie Kennedy decía que el sexo no es bueno
porque te destroza la ropa. Y aunque es cierto que no es lo mismo cargarte un
vestido de Oleg Cassini que una camiseta de Zara, una siempre se ha considerado
más liberal que la primera dama en estos temas de cintura para abajo. Pero ha
llegado el día aciago en que me he dado cuenta de que lo mío es de boquilla, de
que soy una ameba que se reproduce por fisión binaria, de que mucho lalarala
pero poco lelerele.
La culpa de que me sienta como Santa Teresita
de Lisieux la tiene Chelo García Cortés: después de dejarnos traspuestos tras
contar aquella noche de amor con Bárbara Rey, la periodista se ha revelado como
una abanderada de la revolución sexual de los setenta al dar detalles acerca de
una orgía en la que participaron la periodista, la vedette y tres personas más.
Pero, por si fuera poco, Chelo ha rematado la jugada confesando un trío con
Bárbara Rey y con Parada. Con Parada sí. El de “Cine de Barrio”, sí. El del tinte
imposible, sí. El que rechupeteaba cigalas y bebía champán a morro en el barco
con Marujita Díaz mientras ésta enseñaba el kiwi, sí. El del pianista, sí
(aunque no consta que el pianista participara en la orgía). Hay que estar muy
liberada sexualmente para hacer un trío con Parada. Personalmente, prefiero
morir virgen. Y Bárbara, negándolo todo: seguro que a la totanera no le hubiera
importado admitir un trío con David Bowie y Mick Jagger, que se lo montaban con
Amanda Lear y con quien hiciera falta, pero un rollo con Parada y García Cortés
no lo reconoce ni el toro que mató a Manolete.
Pero la orgía de Chelo se queda corta al lado
de la que se va a montar el 20 diciembre, que si el pacharán hace extraños
compañeros de cama, la política ni les cuento. El triple empate pronosticado
por las últimas encuestas apunta a que se van a intercambiar más votos que
fluidos. Y por mucho que Rajoy se siga declarando monógamo (sólo gobernará si
el PP es la fuerza más votada, dice), sabe que se aproxima el fin del bipartidismo.
Que en la cama ya no habrá dos, sino tres. Veremos a ver quién se levanta con
quién el día después de las elecciones.
Así era Parada en los 70. No hay más preguntas, señoría.
(Foto gentileza de @covanechi)
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