PUBLICADO EL MARTES 24 DE MARZO DE 2015 EN LA VERDAD
Acabáramos. Ahora, a la vejez, resulta que soy
casta por partida doble: por parte de Pablo Iglesias, que no me perdona que ya
no me ponga jerseys con pelotillas, y por parte de mis amigas. Que soy una
estrecha, me dicen. Que se han liberado, me sueltan. Que pruebe el Conejito Rampante,
me proponen. ¿Conejito Rampante? Miedo me da preguntar por el Ratoncito Pérez.
Ahí están las tías, apropiándose del erotismo
con desparpajo y desinhibición. Y mola: aunque sea como resultado del puritito
marketing, las mismas que antes se intercambiaban la receta del caldero ahora
se intercambian nombres de adminículos extraños, que han pasado de discutir
acerca de cuántas ñoras hay que sofreír para hacer un buen fondo a disertar sobre
las posibilidades amatorias de los Peta Zetas o del jugo que se le puede sacar
a un masajeador de cervicales. Y yo, bizca. Y muda. Y traspuesta. Y las muy sicalípticas,
pasándose de mano en mano “50 sombras de Grey” en la puerta del colegio. Y haciendo
un análisis morfológico-sintáctico que me río yo de la edición anotada del
Quijote de Francisco Rico. Y yéndose en pandi a ver la película, que servidora no
ha ido porque es una intelectuala, y las intelectualas sólo vemos “Nymphomaniac”
para meternos en harina. Pero da igual: por mucho que me llene los ojos con una
lucha de sables entre dos negros en primer plano, como no hablo de cintura para
abajo porque una es de natural pudoroso, al lado de ellas soy más recatada que
Sor Citroën y estoy más desactualizada que el Windows 95. “La Casta”, me llaman
las cachondas. Pues ya está; asumiendo, que es gerundio.
Así que, si yo soy la Casta, sólo me queda
hacer pareja con la Susana: me pongo el mantón de Manila y el vestido chiné y
me largo a la verbena de la Paloma. O a la fiesta de la democracia, que todavía
estará la lideresa con resacón de besos y abrazos después de lo del domingo. Y
mientras la chulapa andaluza sigue paseando su felicidad dándose baños de masas,
Tania y Pablo se lamen las heridas de la separación vía Facebook. Pero no se
preocupen por la vida amatoria de nuestros candidatos, que a ellos les pone más
un buen resultado electoral que el catálogo completo del Tuppersex. Y, de
castos, nada: la política siempre hace extraños compañeros de cama. Al tiempo.
2 comentarios:
Usted siempre será para mí CASTA DIVA.
Más Casta que Diva, pero se agradece :)
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