PUBLICADO EL MARTES 21 DE ENERO DE 2014 EN LA VERDAD
¡Ay, qué malica estoy y qué poco me quejo! Qué
dolor de garganta, de cuerpo, de cabeza, de todo. Tengo tantos mocos que no sé
si llamar al médico o a los Cazafantasmas, por Dios qué constipao, achís,
Jesús, gracias. Y toda la culpa es de El Corte Inglés, que se va una de rebajas
y en lugar de volver con unos vaqueros ideales al 50%, con lo único que vuelve
es con un trancazo: tú con abrigo y bufanda y ellos con un subclima tropical que
da para cultivar cocos en la sección de jardinería. ¡Achís!
Y aquí estoy, delante del ordenador rodeada de
una montaña de pañuelos de papel, que ya no tiene una ni derecho a ponerse mala
de acostarse. De pequeña, en cambio, me quedaba en la cama cuatro días, y mi
madre me preparaba calditos y zumos de naranja, me ponía paños de agua fría en
la frente para bajar la fiebre y me traía tebeos, que no había tele por la
mañana, ni DVD, ni Nintendo, ni iPad, ni nada: el Pleistoceno tecnológico. Ahora
los críos se ponen malos y se instalan en el sofá con una manta y tres
pantallas a su disposición, que en vez del salón parece que están en la sala de
control de la NASA. Y en cuanto se les pasa la fiebre, al cole, que se nos
descuadra la agenda, nene.
Pero nosotros, ni eso: caemos enfermos y nos
endiñan un Espidifén 600, que es lo único que mandan los médicos ya tengas anginas,
malaria o te hayan atravesado el esófago con una katana, y a pasar el enfriamiento
de pie, y al curro, a la compra, a llevar a los críos al clase, que no hay tiempo
para ponerse enfermo, ni del cuerpo ni del alma: si te vienen mal dadas hay que
levantarse y seguir trabajando, y viviendo, y funcionando, y ánimo, y nada de
lágrimas ni de duelos, ni de meterse en la cama, ni de lamerse las heridas, que
esto hay que superarlo. Y así vamos, arrastrando catarros y tristezas que no se
curan ni con Espidifén ni con frases de manuales de autoayuda. ¡Achís! Hala,
otra vez. Pues tres estornudos, resfriado seguro. De esta ya no salgo hasta
primavera, y ya empalmo con la alergia. Voy a por más Kleenex.
2 comentarios:
Mírelo por el lado bueno, después de un resfriado uno queda más estilizado. O eso dice mi alumna de prácticas, que tiene mucho arte.
Lo de llamar a los Cazafantasmas, épico.
Con ganas de achucharla.
¡Besos!
Muchísimas gracias por dejarme un comentario entre desfile y desfile, que parece usted la Lomana. Besos mil.
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