miércoles, 12 de diciembre de 2018

LA MALA EDUCACIÓN

PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 11 DE DICIEMBRE DE 2018
Rula por ahí un fragmento de una entrevista que Sánchez Dragó le hizo a Antonio Escohotado. En ella, dice Escohotado que Un país es rico porque tiene educación. Educación significa que, aunque puedas robar, no robas". Y lleva razón: los que han robado en este país no sólo son unos chorizos, sino que son unos maleducados. Y eso es aún peor.
Si no existieran la educación y la cortesía, a mí me habrían lapidado ya. O detenido. Que una, cuando le saca filo a la lengua, hace honor aquello que decía Mae West"Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor". Que una se pirra por un buen latigazo verbal, por una frase demoledora. Pero que una también sabe que, si llevara a la práctica esa milonga de ser auténtica y sincera y acabara soltando por la boca lo que pide el estómago, se encontraría sola, solísima. La educación es un filtro de Instagram; es eso que te autoriza a disfrazar la verdad, que te permite mentir a los demás para evitar males mayores, que mantiene alta la autoestima de los otros mientras la tuya se va por el desagüe, que evita que le digas a una amiga que sí, que es cierto, que se está poniendo hecha un morcón. Porque para eso estamos las amigas: para mentirnos entre nosotras y ayudarnos a sobrevivir. 
También es cierto que a mí me ha domado el tiempo: cuando era joven, la timidez me convertía en un orco insociable que caminaba con la cabeza gacha para no tener que saludar a nadie. Pero, ahora, eso es un lujo que no me puedo permitir, porque a partir de cierta edad la timidez se convierte en mala educación. Por eso les perdono a los millennials, tan insultantemente jóvenes, tan despiadadamente honestos, tan inocentemente genuinos, eso de no despedirse por wasap, o de no dar las gracias, o de no contestar a los mensajes. Ni un emoticono, oigan. Como si cobraran a euro el dibujico. Quién tuviera veinte años para poder ignorar todo lo que no te interesa sin sentirte culpable, para ser maleducado sin que te condenen o para poder ir sin mangas en invierno: "La próxima vez, acuérdate de hacer palmas con los brazos pegadicos al cuerpo y así no se te moverán las mollas", me dijo la otra noche una amiga. Ya me podía haber mentido, la cabrona.

2 comentarios:

Lorena dijo...

Jajajaja en Inglaterra le llaman "bingo wings", el cacho carne que aletea cuando una señora canta bingo.
El caso es que yo no se lo disculpo. Lo de no poner ni un emoticono para nada, como si por ponerlos fuera degradante y en realidad bv en contra suyo, mira que les repito veces: "si no los pones, el sentido de cualquier frase se puede malinterpretar por carecer de lenguaje visual en los WApp, te evitas malos entendidos". Pues nada, luego me tengo que tragar sus berrinches, por parecer guays al no usarlos. De verdad, que tengamos nosotros que actuar como ellos y adaptarnos a sus majaderías ¡qué tiranía!
Saludos, doña Rosa 😉

Rosa Palo dijo...

Ay, amiga, lo de "bingo wings" me ha llegado al alma!!! Gracias por ilustrarme!! Y paciencia, amiga, paciencia. Un besico, guapa.