PUBLICADO EN LA VERDAD EL 4 DE FEBRERO DE 2014
Luego no quieren que nos volvamos locas, pero
es que así no hay manera: años soportando la tiranía de la depilación
brasileña, pasándolas canutas con la cera y sufriendo en silencio, para que
ahora lleguen Cameron Diaz y los de American Apparel a decirnos que hay que
dejarse el pelo suelto. Sí, se acabó llevarlo más calvo que Matamoros o con un
bigotito a lo Sazatornil. Lo que mola ahora es el rollo Chewbacca.
Pues menos mal, porque la tontuna con el tema
del vello púbico había llegado a su máxima expresión con las prácticas de recortarlo
de formas más raras que los rapados de Benzemá, teñirlo como si fuera un visón
de Elena Benarroch o incluso aplicarle piedras preciosas y cristales Swarovski, que estoy
yo que si mi santo me regala un pedrusco me lo coloco en el asunto. Hasta
operarse se puso de moda. Pero las modas son pendulares, y al fin llega el
momento en que el péndulo va hacia el otro extremo. Y servidora, agradecida.
Porque no somos niñas ni muñecas. Somos mujeres. Y las mujeres tenemos vello
púbico, aunque a muchos se les haya olvidado después de tanto tiempo viendo
porno. Así que, si para que volvamos a tener el control sobre el aspecto de
nuestras partes pudendas tienen que venir una firma de lencería, Cameron Diaz o
Caitlin Moran (que habla del “IVA del coño” o del dinero que tenemos que
gastarnos “en hacer que nuestros chihuahuas parezcan una repulsiva pechuga de
pollo del Lidl”), pues bienvenidas sean. Ahora podemos rendirle tributo a los Jackson
Five sin que nos remuerda la conciencia. Y la industria cosmética, encantada,
que lo mismo les da vender crema depilatoria que acondicionadores para pelo
encrespado. Incluso hablan de trasplantes capilares. Sí, ahí. Se me viene a la
cabeza Bono y me entran los siete males.
Pero todo esta dominación del imperio
calvirolingio la hubiésemos evitado si nunca hubiéramos perdido de vista las
fotos de Jackie Kennedy Onassis desnuda en Skorpios luciendo todo su poderío:
si la mujer que consiguió casarse con el hombre más poderoso del mundo primero,
y con el más rico después, lo llevaba a lo Cantudo, quiénes somos nosotras para
hacerle la contraria. Siempre hay que aprender de las grandes. Por cierto, a
loro con las bragas sobaqueras de las maniquíes de American Apparel, que parece
que también se va acabar la dictadura del tanga. Benditos sean.
1 comentario:
¡Viva la vuelta del vello! Aunque, eso sí, para mi gusto mejor un poco domesticadito que rollo Selva Negra. Más que nada para que luzcan mejor (y se encuentren bien) arroyos y troncos.
Entre Jeckie y usted, la elijo a usted.:-)
Publicar un comentario