PUBLICADO EL MARTES 20 DE OCTUBRE EN LA VERDAD
Al PP, Producciones Peperas, le está saliendo una filmografía marxista.
De Groucho Marx, digo, porque partiendo de la nada está alcanzado las más altas
cotas de la miseria. Al menos, de la cinematográfica: primero fue Rajoy llamando
a la puerta y dando las gracias, cuando lo que daba era miedo; después, aquella
reunión de colegas a los que les faltaba piel, con el dermatólogo Floriano, niano,
niano; a continuación se pusieron a hablar catalán con Chiquito de la Calzada
como profesor de dicción, y ahora esta cosa de jugar a médicos y enfermeras. Luego
dicen que el cine español está malamente, pero el genovés (el de Génova, 13) ni
les cuento.
El video del PP es tan de cuñao, tan pueril y tan evidente, que el
tuiterío se ha vuelto loco. Son ellos mismos los que se arrojan a los leones de
las redes para regocijo del pueblo: si los políticos quieren titulares, han de
dar espectáculo para alimentar a este género periodístico que es el
infoentretenimiento. Y si para ello hay que repartir leña a lo Matamoros, pues
se reparte, y si que salir bailando como la tita soltera en una boda, pues se
sale, y si hay que hacer un video que da cosica cuando lo ves, pues se hace. Dice Armando
Testa, prestigioso publicista italiano, que un buen anuncio debe hacer sentir
algo incómodo a quien lo contempla. Según eso, el PP ha conseguido su objetivo
con creces, que el spot no es que te haga sentir incómodo, es que te produce
reflujo gástrico. Y descogurcie.
La única posibilidad de salvación de este
spot es que, en realidad, sea un piloto de un culebrón dominicano, y en
episodios sucesivos veamos cómo se produce un enamoramiento entre María España,
la paciente con nombre de mujer de Paco Umbral y cara de hincha de la selección,
y el doctor que le salvó la vida. Y que lleguen nuevos médicos al hospital, residentes
más jóvenes, dispuestos a competir por el amor de la enferma. Y que salga el
Doctor Cabezas en un cameo. Y que rueden un capítulo con la aparición estelar
del Doctor Rosado, aquel que en programa de Íñigo decía que a los ahogados se
les salvaba apagándoles cigarrillos en la cabeza. Si siguen por ese camino, se
convertirán en el placer culpable de la temporada, por encima de “Scandal”.
Tiembla, Shonda Rimes. Te van a
comer la tostada.
El Doctor Rosado quemando cabezas. Cortesía de @covanechi
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