PUBLICADO EL 26 DE JUNIO DE 2013 EN LA VERDAD
Me va a costar mucho escribir esta columna.
Pero mucho, mucho: 40 euros, para ser exactos, que es lo que me va a cobrar hoy
Conci por cuidar de mi hijo. Bueno, se llama Maya, pero servidora le puso
“Conci” por aquello de la Conciliación Laboral, porque si no fuera por ella yo
no podría poner ni un pie en la calle ni un dedo en el teclado, que no saben
ustedes (o a lo peor sí que lo saben) lo que es sentarse a trabajar mientras
que el otro está “Mamá, el desayuno”, “Mamá, me aburro”, “Mamá, juega conmigo”.
Qué alegría, las vacaciones escolares.
Me paso el año haciendo más equilibrios que
Pinito del Oro para llegar a tiempo a todo: a llevarlo al colegio, a las clases
de inglés, a las de guitarra, a los cumpleaños de sus amigos, al dentista, al
pediatra; corro de un lado a otro con el ordenador, la cartera, la fruta, el
pan y el bolso en una mano y el niño en otra, que voy más cargada que el sherpa
de Falete. Pero esta precaria sincronización de agendas se va a tomar viento en
junio y se despepita definitivamente cuando acaba el cole. Que sí, que
encantada con las vacaciones de los maestros, que buena falta les hace, que si
yo me paso un año trabajando con veintitantos críos acabo en la López Ibor, pero
es cerrarse el colegio y abrírseme las carnes y la cartera.
Porque échale tú un galgo a las abuelas: que
si se van a la Universidad de Mayores, que si tienen ensayo con el coro o que
si se piran, vampira, que viajan más que Willy Fog. ¡Si se pintan ya hasta las
uñas de verde menta, como la Campos! ¿Dónde han quedado los colores discretos,
el alivio de luto y el vosotros salid, que yo cuido del crío? Hemos pasado de
la abuela Herminia de los Alcántara a la abuelita yeyé. Claro, si es que ven a
la Duquesa de Alba hecha una guayaba y con un tipo un par de siglos más joven y
dicen que ellas ya han limpiado bastantes mocos, que si la Cayetana se va a
Biarritz yo me voy al Balneario de Fortuna, nena, que vengo nueva. Y así
estamos, a 0,10 euros la palabra. La próxima columna la escribo con niño,
aunque me salga más torcida que la de Quasimodo.
NOTA ACLARATORIA:
Ayer mismo me llegó un burofax de parte de los abogados de mi suegra. A continuación, procedo a su difusión:
Habiéndose sentido nuestra representada dañada en su honor y en su imagen pública por los comentarios vertidos por Dña. Rosa Palo en su columna, exige que la susodicha rectifique públicamente admitiendo:
- Que nuestra representada está siempre dispuesta a quedarse con su nieto
- Que nuestra representada no ha ido ni irá jamás a balneario alguno
- Que nuestra representada no ha ido ni irá jamás a la Universidad de Mayores porque no le hace ninguna falta
- Que nuestra representada no ha cantado ni cantará jamás en un coro
- Que nuestra representada no se ha pintado ni se pintará jamás las uñas de verde menta
- Que Dña. Rosa Palo no le deja a su hijo en vacaciones porque no le da la gana
Dicha rectificación será publicada en el mismo medio en el que se han vertido tamañas acusaciones, y cualquier otro que se hiciera eco de las mismas será demandado.
En Cartagena, a 26 de junio de 2013
McKenzie & Brackman
6 comentarios:
No se porqué la otra abuela se dio por aludida si es una santa que aguanta una nuera como tú, hija, que tú eres una bendita pero hay que saber llevarte.
Aquí la ÚNICA abuelita ye-yé que va a spas, sale de tapas y canta, y no precisamente en un coro, SOY YO.
Un beso, mami.
Pilla al zagal y a tu santo, y vente pa Cádiz esta semanitaaaaa!!!
Madre querida, usted rompe las barreras de las abuelas yeyés (y las de la producción anual de vino blanco), que la que necesita vigilancia es usted, no su nieto. A ver si se queda en casa algún día, para variar. Besitos.
Más quisiera yo irme a Cádiz, quillo, que me deben una los gaditanos. ¡¡Disfrutad!!
Yo creo que lo suyo es seguir el ejemplo de la difunta Carmina Ordóñez: ¿quién necesita abuelas cuando los niños están cómodamente en internados suizos?
Eso sí, becados.
¡BESOS!
Yo soy muy partidaria de los internados suizos, de toda la vida, pero Carmina mandaba a Fran y a Cayetano a una escuela militar de EEUU, lo que le vino muy bien a Fran para hacer luego la mili en Cartagena. Yo voy a mandar al mío con las niñas de Tita Cervera, que las educa a las niñas en casa, a ver si de ahí sacamos un bodón o algo.
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